El dolor de Juárez

El 8 y 9M

El dolor de Juárez 12 de marzo de 2020

Jonathan Alfredo Olmos Orea

Chihuahua, Chih.

La decreciente seguridad, y estabilidad social que se vive en todo el país, y que somete a los sectores vulnerables de la sociedad mexicana, involucrando a nuestro pueblo a las filas de las organizaciones delictivas o a la estadística de inocentes, las mujeres, es un tema tabú en la cultura mexicana, en Cd. Juárez Chihuahua México, los carpetazos a casos, no han dejado esclarecer, para la tranquilidad de la comunidad juarense, de quienes son los causantes de tanta masacre en contra del sector femenino, de la sociedad fronteriza, los rumores a estos casos, se quedan así en rumores, problemática que parece no tener fin. 

Aquellos que se han atrevido a realizar estudios e investigaciones, han sido víctimas de accidentes o hasta incluso homicidios muy notorios, como el caso de Marisela Escobedo Ortiz, quien fue una activista social mexicana  asesinada mientras protestaba por el asesinato de su hija ocurrido en el año 2008.

En protesta de este cobarde asesinato se realizó un campamento en las oficinas de gobierno de Ciudad Juárez Chihuahua, ubicadas en el eje vial Juan Gabriel, en el cual participaron asociaciones como Juventud con Valor (JUVA), Frente Plural Ciudadano, y movimientos de Morena, el cual permaneció por los hechos posteriores, como el incendio provocado a la maderería El Monje, propiedad de la familia de Marisela; los ataques a la familia Reyes y alumnos de la UACJ 

En esta ciudad se viven momentos de angustia y dolor desde hace ya más de 4 décadas, pues no solamente se sufren los feminicidios, sino también una ola de violencia en general, que parece no importarle a los encargados de la seguridad, ni a los gobiernos; el narcotráfico, las adicciones, los asaltos, extorsiones, secuestros express, desaparición forzada, trata de personas y la pésima administración,  y esto es mejor dejarlo así, abrir esta caja de Pandora, es estar conscientes de las miles de sorpresas que saldrían. 

Mejor hablemos del descontento social, hacia las marchas feministas; causa molestia que hagan pintas y destruyan monumentos de la Nación, incluso en muchos comentarios en redes sociales, se puede apreciar la rabia a este tipo de actos, denominados vandálicos y es más grave ver las imágenes que muestran los medios, que ver las imágenes de como encuentran muertas, torturadas, violadas, golpeadas, lapidadas, ladrilladas, una denigración tan triste a las mujeres, o ver en los medios de comunicación alternos cómo una mujer en la Cd. Chihuahua Chih., era abusada dentro de un expendio de cerveza.

Ya no se puede estar seguras en su lugar de trabajo y esa es su lucha.

Un día sin mujeres se vivió en Juárez, las calles vacías sin ellas, los negocios remarcaban aún más su esencia. Un sentimiento, de nostalgia, rabia y dolor se apoderó de aquellos que, al igual que ellas, están cansados de tanta barbarie, aquellos que sienten empatía, pudieron sentir esa melancolía que asediaba al buen ser.

No  podemos olvidar el caso de la niña Airis Estrella Enríquez Pando, quien  fue plagiada el 2 de mayo cuando se dirigía a unos videojuegos ubicados dentro de una tienda de abarrotes, los focos rojos se encendieron el 15 de mayo, con el descubrimiento del cuerpo de la niña en el interior de un tambo relleno de cemento, con evidencias de ataque sexual y severamente golpeada, al igual que el de Anahí Orozco Lorenzo, de diez años, localizado horas después.

Son bastantes los casos en los que se ataca a la mujer, a los infantes, se les asesina y violenta de todas las formas; es terrible cuando se encuentran los cuerpos, torturados, con signos de ataque sexual, y la angustia que viven las familias.

Definitivamente, no se puede sentir más empatía por un monumento que por una vida humana.

 

*Estudiante de Administración Pública de la UACh, Defensor de los derechos humanos. Juárez Chihuahua.