Juárez tirasup
El ‘virus educativo’, it’s back

El ‘virus educativo’, it’s back 27 de agosto de 2018

Gerardo Cortinas Murra

Chihuahua, Chih.

La sorpresiva liberación de la exdirigente del SNTE, Elba Esther Gordillo, liberó los demonios de la retrógrada política magisterial en México. Los primeros cuestionamientos recayeron en los sistemas de procuración e impartición de justicia como el más caso más reciente de la utilización del sistema penal como instrumento de ejecución de venganzas políticas.

Recordemos que la carrera política de Elba Esther data desde la década de los 70’: ha sido en varias ocasiones diputada federal, y senadora de la República; lo que le permitió tratar de cerca a los principales actores de la política nacional. Como militante del PRI, llegó a ocupar el cargo de Secretaria General de la CNOP y la Secretaría General del CEN. En el año 2006 fue expulsada del PRI.

Desde el SNTE, Elba Esther inició una estrategia para ‘formalizar’ la actividad electoral del gremio magisterial. En el 2002, logró el registro de la asociación política nacional “Asociación Ciudadana del Magisterio”. Tres años después, el IEE le otorga el registro al Partido Nueva Alianza (PANAL) como partido político nacional. En las elecciones federales del 2006 y 2012, postula candidatos presidenciales.

En febrero del 2013, Elba Esther fue detenida por elementos de la PGR, por el delito de operación con recursos de procedencia ilícita. Cuatro años después, un juez federal le concede un amparo por considerar que la PGR “fundamentó mal el expediente y vulneró su derecho del debido proceso”. Hace unos días, fue absuelta de los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada.

Tomando en cuenta los antecedentes antes narrados, en esta ocasión, nos corresponde señalar la corrupción del virus educativo ‘Elba Esther’. Para ello, debe tenerse presente que en el año 2008 se firmó el compromiso llamado ‘Alianza por la Calidad de la Educación’, en el que se propuso al gobierno federal “crear el examen nacional de ingreso a la SEP y de esta forma eliminar la venta de plazas magisteriales”.

De igual manera, es oportuno destacar la eterna mentira del SNTE: “somos una organización proactiva y comprometida con sus agremiados, con la educación pública de calidad y con la sociedad”. Y que, a lo largo de su existencia ha llevado a cabo, una “diversidad de programas y proyectos altamente valiosos”.

La realidad es otra: Durante décadas, los gobernantes priistas y panistas han utilizado al gremio magisterial como una organización que canaliza (copta) el voto de los maestros. La carrera política de miles de maestros, entre ellos Elba Esther, acredita que los cargos públicos se conceden a los seudo-líderes magisteriales como una compensación por sus ‘méritos’ electorales.

Al extremo de que en el año 2007, el Consejo Nacional del SNTE -en una sesión privada- modificó los Estatutos para crear una ‘Presidencia Vitalicia’ a la medida de los caprichos de Elba Esther; y así, contar con las facultades para ejercer el control absoluto al interior del SNTE. Entre los artículos reformados, destaca el siguiente:

ART. 76. La Presidencia del SNTE, es el máximo Órgano permanente de Gobierno Sindical, ejerce la representación legal del Sindicato; es la responsable de coordinar a todos los demás Órganos Permanentes de Gobierno Sindical y contribuir al fortalecimiento de la educación pública, laica, gratuita, obligatoria y de calidad con equidad.

Ahora bien, la interrogante que se plantean la mayoría de los analistas políticos es cuál será el impacto político, a corto y mediano plazo, que representa la liberación de ‘La Maestra’; hoy, sin un partido político incondicional (PANAL) y un PRI en ruinas. A mi parecer, las declaraciones de Elba Esther, de la ‘Reforma Educativa’, tienen un claro mensaje: El voto del magisterio tiene un precio, ofrezcan señores…

Por último, una pregunta ociosa: ¿Cuál ha sido la aportación de ‘La Maestra’, en el fortalecimiento de la educación pública en México? Imagino la respuesta de nuestros lectores: “Lic. Cortinas Murra, no haga preguntas estúpidas…”