Chihuahua, Chih.
Lo publicado por La Opción (portal digital, laopción.com.mx, 28/X/17) acerca de los gastos realizados por el gobierno de Chihuahua, con motivo de la difusión del acto denominado “Balance” del primer año de gobierno de Javier Corral, reviste una severa gravedad.
Y no solo desde le punto de vista legal, sino de la ética política, en virtud de lo sostenido reiteradamente el ahora gobernador chihuahuense en su carrera parlamentaria, la mayor parte de ella ligada a las posturas más democráticas en materia de publicidad gubernamental, y de la libertad de expresión, así como de los necesarios “candados”, o mecanismos a fin de ponerle controles a los desmedidos gastos gubernamentales, orientados a impedir el uso de los recursos públicos para la promoción personal de los gobernantes.
Javier Corral formó parte de la extensa corriente de mexicanos que impulsaron y obtuvieron la aprobación de las reformas que lograron que la difusión de los gobernantes se redujera a unos cuantos días antes y otros después de la fecha en que deben presentar sus informes ante los órganos legislativos, pero solamente en estas fechas.
Pero resulta que a mediados del 2015, el gobernador César Duarte envió una iniciativa de ley para modificar la fecha de presentación de los informes, para trasladarla al primer día del mes de marzo.
Sabedor de ello, al cumplir el primer año de gobierno, el nuevo grupo en el poder en Chihuahua, decidió celebrarlo con un acto ampliamente difundido por radio y televisión, con un costo, afirma La Opción, de 1 millón 265 mil 560 pesos, que fueron pagados al Canal 28 (145 mil pesos), Multimedios 25.1, (93 mil 960), Lobo TV Stream (110 mil 200) y Televisa (Juárez, 487 mil 200 pesos, Chihuahua, 429 mil 200 pesos), cantidades que fueron asentadas “por José Guadalupe Avila Morán, director administrativo” de Comunicación Social del Gobierno de Chihuahua, en documento entregado al portal digital por Alfonso Villalobos, responsable de la Unidad de Transparencia del citado departamento.
La ley es tajante, está prohibida tal difusión, pero no es solamente el aspecto legal, cosa que seguramente cursará por el seguimiento que ciudadanos interesados le darán, el problema es más grave, ninguno de los últimos gobernantes chihuahuenses se habían dado el lujo de violar tan flagrantemente tal regulación, por ello sorprende, y decepciona más, que el gobernante más comprometido con estos aspectos, centrales en el desarrollo de la “incipiente” democracia mexicana, sea quien encabece semejantes atropellos.