Chihuahua, Chih.

Poco a poco irán presentándose, nuevamente, los efectos nocivos de la aparición de un nuevo partido hegemónico en el país. 

Algunos de ellos, ya presentes, solo son advertidos por unos cuantos.

Pero otros son a ojos vistas de la mayoría de quienes siguen las noticias generadas por la clase política.

Uno de los rasgos fundamentales de la hegemonía partidaria es la absoluta impunidad con la que actúan -y actuarán- los integrantes de la clase política, especialmente los del partido mayoritario.

Ahí es en donde se ubica el viaje de la mayoría de los regidores de Juárez a Madrid, España, al Seminario de Gestión Urbanística, supuestamente en busca de «capacitarse», exactamente al final de su gestión.

«El Ayuntamiento pagará el viaje redondo y el hotel, y se solventará con un fondo que tienen los ediles para capacitación y que a cada uno corresponden de entre 50 a 60 mil pesos al año, los demás gastos los pagarán ellos por su cuenta…». (Nota de Araly Castañón, El Diario de Juárez, 12/7/24).

«Entre los regidores que asistirán al seminario se encuentran Tania Maldonado Garduño (Movimiento Ciudadano); los priistas Mireya Porras  y Jorge Gutiérrez Casas (PRI), Alma Arredondo Salinas (independiente); los panistas Enrique Torres Valadez (PAN), Víctor Talamantes Vázquez, Joob Quintín Flores y Austria Galindo Rodríguez; y de los morenistas Antonio Domínguez Alderete, Ana Estrada García y  Vanesa de la Mora; así como de los de Nueva Alianza Karla Escalante  y Jorge Bueno Quiroz, así como los del PT Héctor Avitia Arellanes y Pedro Matus Peña (PT)». (Nota de Alan Martínez, La Paradoja, 16/7/24).

Quienes no irán serán la regidora panista, Amparo Beltrán Ceballos; y las regidoras de Morena, Cecilia Reyes Castro, Patricia Mendoza Rodríguez, Mayra Castillo Tapia y María Adame Alvarado.

El problema es que, además de no tener vergüenza, este viaje, y el realizado el año anterior por los regidores del municipio de la capital del Estado, en realidad son viajes turísticos, algo así como premios otorgados por el alcalde respectivo, -o por lo menos con su aquiescencia-  ‘por buena conducta en su gestión’.

De estas características no se escapan los integrantes de todos los partidos políticos, incluido el emergente en el gobierno, en todos los niveles, Morena, que está copiando íntegramente toda la parafernalia del ejercicio del poder del anterior partido hegemónico en México, el PRI.

Cosas semejantes hacen los legisladores de todos los partidos, tanto en el ámbito federal como el ámbito estatal pues una buena cantidad de los que llegan a ejercer ese cargo, aprovechan el tiempo para tomarlo como una especie de beca del partido o subsidio para los partidos, a fin de efectuar todas las actividades partidarias que se necesiten.

Ejemplo diáfano de ello es la actual secretaria General del Comité Nacional de Morena, Citlali Hernández, que es la senadora con más faltas en la legislatura actual. Ha usado el cargo de senadora para ejercer el cargo partidario. 

Pero no son pocos los casos en que los legisladores locales aprovechan este cargo para terminar sus carreras profesionales, hacer maestrías o doctorados, o simplemente atender sus negocios particulares, etc.

Volviendo a los regidores, tanto los de Juárez como de Chihuahua gozan de desmedidos salarios, no acordes con el número de tareas y el tiempo necesario para efectuarlas.

La mayor parte de sus actividades están orientadas al trabajo político, clientelar, no precisamente al de ayudar a solucionar las problemáticas por las que pasan sus representados.

No, lo hacen pensando en la siguiente aduana política, ya sea en la busca de la reelección o en las aspiraciones de acceder a las diputaciones locales o federales, y/o los cargos de gobierno en la administración municipal o estatal.

¿Cómo votar por alguien diferente si prácticamente todos actúan de la misma manera?

Y, por otra parte, la aparición de un nuevo partido hegemónico lleva a que la mayoría de los votantes los eligen, independientemente de los méritos alcanzados por su obra de gobierno; no, votan por ellos a pesar de sus muy escasos logros gubernamentales.

Y, por ello muchos buscarán hacer política ahí, en ese partido, porque con esa hegemonía se convertirán -o ya lo son- en la única plataforma para hacer política en México, de la misma manera que ocurría en la mayor parte del siglo pasado con el PRI.

Columna de Plata-APCJ: 2008, 2015, 2017, 2022 y 2023

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