Chihuahua, Chih.
A José Alfredo Villalobos Sandoval, por su interés en la lectura. Saludos.
Hay tantas fronteras como realidades existen y es por eso que cada cual asume su parte de territorio, gusto, bando, posición a defender o por la cual luchar que lo mismo o casi igual, el asunto es que los seres humanos desde nuestros orígenes las hemos generado y mantenido en ánimo, de verdadero conflicto así las cosa se dan estas desde la geografía, hasta la ideología, desde el llamado bien, que se divide del llamado mal, tan relativo este último concepto como el lugar que cada cual asuma de un conflicto.
Es por ello el diccionario dice de la Frontera que es; Una línea real o imaginaria que separa un estado de otro. así vemos hoy fronteras de separación entre cristianos y musulmanes, entre ricos y pobres entre plebeyos y nobles etc.
Y hay también otras que establecen un límite o conjunto de características que distingue dos cosas no materiales. Según el mismo diccionario se da; “la frontera entre las hablas o los idiomas no suele ser muy clara”.
Por motivo de lo sucedido en estos días, en que la violencia derriba fronteras físicas como lo puede ser una recia puerta de hierro entre el dentro y fuera del Cereso 3 de Ciudad Juárez y otras intangibles en Culiacán de donde se puede extraer a uno de los activos más prominentes del Cartel de Sinaloa, para ponerle dentro de las fronteras de custodia en el penal del altiplano como se ha hecho con Ovidio N. como se le da a llamar en su grado de presunción de haber cometido diversos delitos, relacionados con el tráfico del fentanilo que ha roto fronteras de mortandad dando a los Estados Unidos una cantidad de muertes anuales de sus consumidores, muy superior a la cantidad de muertos en una Guerra que como la de Viet Nam cuya duración de casi 20 años (1 nov 1955 – 30 abr 1975) les dejo una frontera de mortandad de 57 000 bajas que hoy se ven rebasadas por las víctimas de los hombres, mujeres, jóvenes y aun niños, quienes sucumben de manera regular desafortunadamente y que desde 2017 han mantenido un nivel de muertes que rebasan anualmente a las víctimas de Viet Nam de manera sostenida.
Según BBC (Solo en 2019, alrededor de 136 personas murieron cada día a causa de una sobredosis de opioides y representaron más del 70% de las muertes por sobredosis de drogas.
Lo cual daría 49640 mas el 30% de las otras drogas hace que los muertos acumulados en 20 años por la guerra sean apenas un atisbo del dolor que está generando la hecatombe social de ver esta que nadie quiere señalar, pero de cierto parece una moderna guerra del opio por poner un parangón.
“Aprovechando una comparación usada durante la pandemia de covid-19 en algunos países, fue como si un avión mediano se hubiera caído todos los días en EE.UU.”
Si esto no es suficiente vayamos al real fondo, porque el fentanilo es una arista visible de un Iceberg que se creó desde los años 90 según la investigadora Anna Lembke, psiquiatra estadounidense experta en adicciones quien sin ambages declaró a en el trabajo de Pierina Pighi Bel publicado en BBC News Mundo lo siguiente; "Los peores años de la crisis de opioides en EE.UU. no han pasado"
Dentro del mismo ella señala que; “Es una crisis larga, mortal y que no parece acabar.
La epidemia de opioides en Estados Unidos empezó en la segunda mitad de la década del 90 y las víctimas se siguen contando en decenas de miles cada año.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., "entre 1999 y 2019, casi 500.000 personas murieron a causa de una sobredosis relacionada con algún opioide, ya sea ilegal o recetado por un médico".
Precisamente la crisis de los opioides parece haber empeorado durante la pandemia de covid-19. Las muertes por sobredosis de drogas se aceleraron, según los CDC, y aumentaron en un 38,4% desde junio de 2019 a mayo de 2020.
"Los opioides sintéticos (principalmente fentanilo ilícito) parecen ser el principal impulsor del aumento de las muertes por sobredosis", dijeron los CDC en diciembre pasado.
El documental The Crime of the Century ("El crimen del siglo"), dirigido por Alex Gibney y estrenado en mayo, cuenta paso a paso cómo empezó esta crisis de opioides en los 90 y cómo se desarrolló hasta nuestros días.
La principal acusación de la película es que esta epidemia no ocurrió de repente, sino que fue "manufacturada" desde el inicio.
Según el documental y expertos en salud pública, el lanzamiento al mercado de OxyContin, un opioide para el dolor, a mediados de los 90, fue el principal culpable de la crisis.
Purdue Pharma, el fabricante de ese fármaco, busca declararse en bancarrota y la familia Sackler, propietaria de la farmacéutica, enfrenta cientos de denuncias civiles por su papel en la epidemia.
Anna Lembke, psiquiatra especializada en adicciones, es uno de los expertos entrevistados en The Crime of the Century.
Lembke es autora de "Drug Dealer, MD: cómo los médicos fueron engañados, los pacientes se engancharon y por qué es tan difícil parar", un libro sobre la crisis de opioides publicado en 2016.
Además, fue "una de las primeras en alertar sobre la prescripción excesiva de opioides y la epidemia de opioides" en EE.UU., de acuerdo a la Universidad de Stanford, donde trabaja en la Escuela de Medicina.
A LA PREGUNTA DE
¿Qué señales la hicieron darse cuenta de que había una crisis?
A inicios de los 2000 empecé a ver pacientes adictos a los opioides para el dolor que sus doctores les estaban recetando.
Muchas de estas personas describían cómo al inicio los opioides parecían ayudarlas, pero cuanto más tiempo los tomaban o más alta la dosis, iban notando que se volvían más dependientes y que experimentaban síntomas de abstinencia.
Algunos cayeron en la adicción y activamente buscaban más opioides. Visitaban más doctores, para obtener más recetas. Buscaban farmacias online, robaban a amigos. Algunos recurrían a fuentes más baratas, como la heroína.
Los opioides son una herramienta importante, pero hay un tiempo y lugar para ellos.
La trayectoria es distinta para distintos pacientes. Algunos se vuelven adictos muy rápido. Otros no se vuelven adictos si no hasta después de haber tomado su prescripción de opioides durante muchos años.
Una cosa sí es cierta. Mientras más alta es la dosis, y mientras más tiempo lo consuman los pacientes, hay más posibilidades de volverse adictos.
En su libro usted usa la frase "refugiado de los opioides" (opioid refugee) para referirse a un paciente. ¿Por qué describir a las víctimas con esa frase?
No recuerdo quién acuño la frase, pero es una buena forma de describir a los pacientes. Alrededor de 2011, cuando los CDC alertaron de la epidemia de opioides, hubo una contracción súbita en las prescripciones.
Mucha gente se quedó sin receta médica, nadie estaba dispuesto a seguir prescribiéndolos. Esos eran los "refugiados de los opioides", que iban de clínica en clínica buscando a alguien que les diera una receta. No todos los afectados eran adictos, pero sí técnicamente dependientes de los opioides.
Porque la adicción es una enfermedad a largo plazo. Tenemos varias generaciones con adicción y eso no puede revertirse en un día. Aunque ya no se prescriban tantos opioides, hay más heroína y fentanilo ilegales que antes. Los peores años de la crisis de opioides no han pasado” BBC MUNDO.
COROLARIO
Bien a bien no sabemos Si vivimos EL INICIO O LAS POSTRIMERIAS DE UNA EPOCA DE ADICION, SEUDOADICCION O TRAGEDIA, lo cierto es que hoy llega el Presidente Biden el mismo que en consonancia con sus antecesores, cierra la puerta de su país a los seres humanos y la mantiene abierta a las manufacturas y materias primas provenientes del sur, mismas que alimentan su voraz mercado de todo, incluido ese fentanilo al que hoy culpan en el inicio o postrimerías de una época de adiciones voraces que destruyen su sociedad pero que a la par ha prohijado un sistema mercantilista de medicamentos prescritos, médicamente que crearon ese caldo de cultivo de las adicciones que hoy se revienta y estalla en su país como lo hizo la puerta del Cereso 3 y la vida del joven llamado El Neto en Juárez la misma madrugada que fuera “extraído” Ovidio N. de Culiacán.
Esto sucedió el 5 de enero, me pregunto y pregunto;
¿QUE FRONTERAS AUN HABREMOS DE CRUZAR?
¿QUIÉN SERA EL VALIENTE QUE EXTRAIGA LOS RECETARIOS MEDICOS PARA FRENAR LA MASACRE?
¿QUÉ VIENE DESPUES?