Dijeron que todos los privilegios
Sin Retorno

Dijeron que todos los privilegios 3 de septiembre de 2018

Luis Javier Valero Flores

Chihuahua, Chih.

Al decidirse que el panista Jesús Villarreal presidiera la Mesa Directiva del Poder Legislativo durante el primer año de sesiones, por ser parte de la primera o la segunda fuerza en el Congreso, de acuerdo a Ley Orgánica, el Coordinador de los diputados de Morena, Miguel Colunga, presidirá la poderosa Junta de Coordinación Parlamentaria.

Desde ahí, los morenistas (y obviamente, en la obtención de acuerdos mayoritarios en el Pleno del Congreso) podrán impulsar las iniciativas de austeridad y de extinción de los privilegios de los diputados que tanto le redituaron a su candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador.

Uno de ellos, vital, porque de ahí se deriva una buena parte del rechazo popular a los legisladores, es la relativa a los salarios que perciben.

Entre dieta, compensación y arrimadijos, los diputados de Chihuahua reciben poco más de 120 mil pesos mensuales y los presidentes de la Mesa Directiva y las Comisiones Legislativas reciben “apoyos extras” por haber alcanzado tales posiciones.

La Constitución de Chihuahua no hace diferencia entre la dieta y compensación que perciben los funcionarios públicos del estado, es su salario, dice.

Los diputados locales reciben mensualmente 32 mil 369 pesos de dieta, más 31 mil 90 pesos de compensación, en total, poquito más de 63 mil 400 pesos. Ese es su salario.

Reciben, además, ingresos por otras razones: 624 pesos como bono de despensa; 11 mil 575 de subvenciones; 4 mil 630 pesos de combustible; 3 mil 470 pesos para celular; 25 mil pesos para apoyos distritales y 20 mil 940 pesos de apoyos de gestoría. En total, por estos rubros, 66 mil 239 pesos. (Con información de Javier Olmos, El Diario de Juárez, 3/IX/18).

Es decir, los diputados ganan más de 129 mil pesos.

Y si ustedes les preguntan a cuánto ascienden sus ingresos, les aseguro que les responderán que no saben.

Bueno, pues ahí tienen a cuánto ascienden sus ingresos.

En cuanto al salario, aún está por encima de los devengados, por ejemplo, por los maestros de las universidades públicas con más carrera académica.

Pero eso es lo único que debieran recibir.

¿En aras de qué se les otorga el pago de una despensa, el pago de celulares, de gasolina y, además, el pago de las partidas denominadas “apoyos distritales” y “apoyos de gestoría”, que no son más que una torpe y disminuida versión de los famosos “moches” de los diputados federales?

Por otra parte ¿En aras de qué se les otorgan partidas extras a los diputados que ocupen cargos en los órganos directivos del Congreso, si para eso reciben un más que elevado salario?

Las primeras señales de la nueva bancada en el Congreso no son promisorias. Miguel Colunga y Benjamín Carrera, de Morena, han dicho que “aún están haciendo los trámites” para ver cuánto recibirán.

Omar Bazán, del PRI, incapaz de hacer un ejercicio autocrítico, respondió del mismo modo que lo hacían sus compañeros de partido antes de la catástrofe del 1 de julio: “El tema no es la reducción… todo debe estar basado en una buena política de rendición de cuentas, transparencia y sobre todo utilidad, es decir, que lo que se gaste tenga una utilidad pública, que tenga un beneficio”. Ajá. (Ibídem).

Todo es más importante ¿Para qué se detienen en un asunto sin importancia como los salarios de los diputados?

¿Y los del PAN? ¿Qué dirán?

Pues lo mismo que dijeron sus compañeros, tanto en el Poder Ejecutivo, como sus antecesores en el Congreso ¡Que no los bajen!

¿Y los compañeros de viaje de Morena, el PES y el PT, qué opinan?

A su vez, los de Movimiento Ciudadano, que en campaña prometieron que quitarían los privilegios de los funcionarios ¿Serán congruentes?

Veremos, dijo el minusválido visual; oiremos, le respondió el sordo.

Es probable que no alcance mayoría la decisión de desaparecer esos rubros de los privilegios, pero los legisladores de Morena están más que obligados a empujar, y fuerte, en el sentido de desaparecer esas partidas, representativas de la vida de lujos de los gobernantes mexicanos.

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Luis Javier Valero Flores

Director General de Aserto. Columnista de El Diario