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Deuda pública del gobierno federal y el déficit fiscal en el sexenio de AMLO

Deuda pública del gobierno federal y el déficit fiscal en el sexenio de AMLO 6 de enero de 2024

Serafín Peralta Martínez

Chihuahua, Chih.

La deuda pública siempre ha sido un mecanismo muy socorrido para los recursos faltantes en el gasto de los gobiernos públicos, federal, estatal y municipal.

En el caso del gobierno federal no ha sido la excepción, el hecho de recurrir a la deuda para financiar proyectos de infraestructura y de otros servicios, ha requerido recursos extraordinarios, por la falta de ingresos tributarios, y sólo por la vía del endeudamiento se pueden conseguir.

De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en la presente administración del gobierno del presidente López Obrador, la deuda pública, si bien se ha tenido una característica específica, ha mantenido un crecimiento permanente en su contratación.

A diferencia de las administraciones sexenales pasadas, ahora la deuda pública externa (que se contrata en dólares) ya no se gestiona directamente con organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (del que México es país socio y puede hacer uso de sus Derechos Especiales de Giro), porque según el propio presidente López Obrador, impone sus condiciones y las políticas económicas y fiscales que cada gobierno, de cada país, deben seguir.

Lo que se hace ahora, respecto a la deuda externa, es que se consigue por la vía de otros medios como son las subastas en dólares de bonos del gobierno federal que, como instrumentos de inversión, oferta a los inversionistas extranjeros que, por su atractivo en las tasas de interés (de más del 11% anual), la demanda se vuelve excesiva y los bonos se venden de manera inmediata.

Así pasó con el caso reciente, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público colocó el pasado 2 de enero de este 2024, bonos de deuda por valor de 7,500 millones de dólares en los mercados financieros internacionales, registrando una demanda máxima de 21,300 millones de dólares, el triple del monto ofertado.

Por poner un ejemplo y como señalábamos anteriormente, la diferencia en las tasas de México y los Estados Unidos, es el atractivo, pues en México las tasas de referencia están en 11.25, mientras que en el país vecino las tasa son del  orden de 5.25 a 5.50%, lo que arroja una diferencia importante en el rendimiento de la inversión.

Si convertimos los 7,500 millones de dólares que agarra el gobierno federal y la traducimos a pesos (claro que se tienen que amortizar en dólares), ese monto de colocación de deuda le representa al gobierno federal un flujo de $127,500 millones de pesos.

En lo referente a deuda externa, en el segundo párrafo del Artículo 2º de la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal de 2024, refiere que “El Ejecutivo Federal queda autorizado para contratar y ejercer en el exterior créditos, empréstitos y otras formas del ejercicio del crédito público, incluso mediante la emisión de valores, para el financiamiento del Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2024, así como para canjear o refinanciar obligaciones”. 

Así queda validado y autorizado por parte del Congreso de la Unión, la contratación de deuda externa.

Por lo que hace a la deuda interna (que se contrata en pesos mexicanos), el sustento, igualmente lo encontramos en la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal de 2024, que en su Artículo 2º, señala que “Se autoriza al Ejecutivo Federal, por conducto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para contratar y ejercer créditos, empréstitos y otras formas del ejercicio del crédito público, incluso mediante la emisión de valores, en los términos de la Ley Federal de Deuda Pública y para el financiamiento del Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2024, por un monto de endeudamiento neto interno hasta por 1 billón 990 mil millones de pesos”.

Señalamos la emisión de bonos gubernamentales para colocar deuda en dólares o deuda externa, porque al igual que la deuda interna, en esta administración presidencial de López Obrador, la deuda interna y la externa han tenido una tendencia creciente, tomado como referencia de cómo estaba en 2018 y como se ha comportado a lo largo de 2019 y como Cerraría en 2024. 

Entonces, con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la deuda pública presentaba las siguientes características:

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Entonces, con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la deuda pública tanto interna como externa, ha estado creciendo y registrando, en algunos años, un volumen mayor de endeudamiento. 

Por ejemplo, en 2018 la deuda interna era de 7.1 billones de pesos y para 2023 ya había ascendido a 11.0 billones de pesos y seguramente para 2024 rondará por los 13 billones de pesos. 

Por su parte la deuda externa, que en 2018 era de 199 mil millones dólares, para 2024 el monto ascendería a aproximadamente 220 mil millones de dólares; que sí sumamos los 105 mil millones de dólares de PEMEX, estaríamos hablando de un total de deuda externa del orden de los 320 mil millones de dólares. 

Ahora, si este monto de deuda externa lo multiplicamos por 17 dólares al tipo de cambio actual, tenemos una deuda en pesos por 5.4 billones de pesos, que sumados a los 12.5 billones de pesos de deuda interna, nos arroja una deuda total de 17.5 billones de pesos, que representan el 51% como proporción del PIB.

De mantenerse esta tendencia, se estaría cerrando el ciclo presidencial del presidente López Obrador con un nivel de endeudamiento muy por arriba de 48% previsto como proporción del PIB

Lo que es innegable, es que la falta de una reforma tributaria por la insuficiencia de ingresos fiscales, provoca que para financiar los proyectos de infraestructura como el Tren Maya, Refinería de Dos Bocas, aeropuertos Felipe Ángeles y el de Tulum, entre otros, se requiera cada vez de un mayor endeudamiento y aunque las autoridades de la Secretaría de Hacienda nos digan que la deuda es manejable y no representa un problema financiero para el país, porque aún no rebasa el 50% como proporción del PIB, lo cierto es que seguimos teniendo un problema muy fuerte de endeudamiento que en el mediano plazo podría poner en duda la capacidad de pago de las obligaciones de pasivo al gobierno federal.