Del laicismo como facción y religiosidad

Del laicismo como facción y religiosidad 5 de agosto de 2017

Leonardo Meza Jara

Chihuahua, Chih.



I.- El laicismo es un discurso de contenido ideológico y político que tendría que ser rastreado tomando en cuenta los conceptos de “herkunft” (procedencia) y “entstehung” (“emergencia”) que Foucault plantea en el ensayo “Nietzsche, la genealogía, la historia”. El laicismo no tendría que ser entendido a partir de una historicidad lineal, no hay que revisar los orígenes ni la evolución histórica del laicismo. Hay que analizar cómo es que los discursos sobre el laicismo se originaron en un momento histórico determinado, detrás de una serie de intereses ideológicos que pretenden darle forma a un proyecto político cuyo epicentro es el estado moderno (la procedencia). Hay que analizar cómo los discursos sobre el laicismo vuelven a surgir de diferentes formas y con distintas intensidades en determinados momentos de la historia (la emergencia).

En este momento en el que se aviva el debate sobre el laicismo en Chihuahua por el caso del “Pato” Ávila, hay una forma específica de su “emergencia”. Hay un re-surgimiento del discurso del laicismo que tendría que ser analizado en los términos de su especificidad. ¿Por qué razones en este momento histórico en Chihuahua hay una “emergencia”, un re-surgimiento del laicismo que se manifiesta a partir del caso del amparo que Rodolfo Leyva plantea contra el “Pato” Ávila por su participación en el consejo de atención a las víctimas? ¿Cuáles son los contenidos ideológicos del laicismo que re-surgen con este debate? ¿Cómo estos contenidos se desdoblan y toman la forma de una confrontación ideológica y política?

El viernes 4 de agosto, Rodolfo Leyva impartió ante los militantes de Morena la conferencia “En defensa de la laicidad”. Los morenistas son militantes del liberalismo juarista, esto queda manifiesto en las preferencias ideológicas de López Obrador. Hace algunas semanas estuvo en Chihuahua Paco Ignacio Taibo presentando su libro “Patria”, en el que rescata la historia de los liberales mexicanos del siglo XIX, el evento fue un hervidero de morenistas. La coincidencia es obvia, los morenistas se asoman al liberalismo como plataforma ideológica, lo mismo a través de Paco Ignacio Taibo que a través de Rodolfo Leyva. Aunque los contenidos ideológicos de la obra de Taibo y del alegato de Leyva son diferentes. La obra de Taibo pondera la entrega patriótica de los liberales mexicanos del siglo XIX en su afán por construir la nación mexicana. El alegato de Leyva subraya la separación entre la iglesia y el Estado.

Lo que queda demostrado son los usos políticos del laicismo. Quizá este sea el rasgo más notorio del re-surgimiento del laicismo en las semanas recientes: los usos del laicismo como arma y como armadura política en un momento de álgida crítica y confrontación hacia el gobierno de Javier Corral, los usos del laicismo como herramienta para apuntalar a una fuerza política hacia las elecciones del 2018.

En los recientes debates sobre el tema, detrás de la trama ideológica del laicismo, hay una trama política que se proyecta hacia el escenario electoral del 2018. Hasta el momento, los morenistas son quienes mejor han capitalizado el tema. Lo que se manifiesta detrás de los debates de fondo ideológico, son los usos pragmáticos del laicismo en las formas de hacer política. A fin de cuentas, la ideología se convierte en un artefacto de productividad y/o improductividad política.

En su forma ideológica, el laicismo pareciera ser puro en sus aspiraciones patrióticas y cívicas. Pero en el terreno de la lucha por el poder, el laicismo es impuro a partir de su configuración facciosa.

II.- El laicismo es una doctrina jurídico-política que en términos discursivos toma la forma de una ideología, hay que escudriñar entonces no sus grandes logros, no sus grandes positividades, sino sus hendiduras, sus espacios claroscuros y sus lastres. Hay que asomarnos a las impurezas del laicismo.

El laicismo es una doctrina moderna que traza una separación entre el Estado y la iglesia. A través del laicismo como ideología, el Estado ha tomado el lugar que antes tuvo la iglesia. El laicismo pretende desacralizar al ejercicio del poder para ponerlo en las manos y la voluntad de los hombres, a distancia de dios y de la iglesia. Pero en el orden gubernamental, en las maneras de ejercerse como forma de gobierno, el laicismo trae consigo sus propias formas de religiosidad y sus propios mitos.

Michael Foucault identifica el origen de las técnicas gubernamentales modernas con el modelo de la pastoral cristiana, las formas de gobierno del estado laico tomaron como modelo al “gobierno de las almas” que la iglesia ejerció a lo largo de la edad media (“Seguridad, territorio, población, 2006).

El papel que jugaron los púlpitos de la edad media ha sido sustituido por el papel que juegan hoy las tribunas políticas de los gobernantes y los estrados de jueces y magistrados. Las formas de convivencia humana que fueron regidas por los mandamientos cristianos, hoy son gobernadas por los preceptos constitucionales. Las formas y los contenidos de las ceremonias religiosas han sido trasladadas hacia las ceremonias cívicas rodeadas de discursos, cánticos (el himno nacional y el himno de Chihuahua) y símbolos (la bandera nacional y escudo) que unen al cielo con la tierra en la promesa por un mundo mejor.

La disciplina y el control de las almas y los cuerpos que antes estaban en las manos de los pastores de la iglesia (los sacerdotes) ha sido trasladada hacia la santa trinidad del laicismo: el poder ejecutivo, legislativo y judicial. En el fondo, el laicismo trae consigo sus propias formas de religiosidad y sus propios mitos.

En este momento histórico en el que los fundamentos del Estado y la sociedad moderna se han ido desmoronando, los discursos sobre el laicismo traen consigo un tono de oquedad. El “estado” (Maquiavelo) ya no es garante de la paz ni la tranquilidad social. La “soberanía” (Rousseau) ya no reside en el pueblo. El “gobierno” es una entidad difusa rebasada por la desconfianza ciudadana. ¿Qué significa entonces la idea del “laicismo” en un régimen de politicidad cuyos fundamentos se desbarrancan?...

Leonardo Meza Jara

Maestro, escritor y analista político.