Chihuahua, Chih.
Estoy sorprendido de la ceguera política que prevalece en las dirigencias de los partidos que perdieron de la noche a la mañana su representatividad electoral e incluso están en riesgo de perderán su registro, si no logran reestructurarse.
La derrota electoral se ha endosado particularmente en los candidatos que contendieron por la presidencia de la República, lo que es comprensible, pero no necesariamente cierto.
La estrepitosa derrota electoral de estos partidos y sus candidatos tiene un mar de fondo, que ninguno fue capaz de visualizar y mucho menos de dimensionar.
El maremoto que los arrasó electoralmente, es consecuencia no solo de la falta de carisma, credibilidad, honestidad y legitimidad de sus candidatos o de su fallida estrategia electoral, sino de su miopía e incapacidad como partidos para entender el hartazgo social que motivó el voto antisistema.
Y todavía no logran entenderlo, como lo demuestran el pronunciamiento de Diego Fernández de Cevallos, ex candidato presidencial en la elección de 1988, asesor de Ricardo Anaya y el de Raúl Flores presidente del PRD en la Cd. de México, a quien le tocó redactar el epitafio de ese partido en la capital de la República.
Los cito textualmente: Diego, con la soberbia medieval que le caracteriza, señaló, “La mayoría de los votantes, con su enojo, impotencia y frustración, decidió cobrarle a la democracia (Sic) sus magros resultados, y aprovechando su derecho al sufragio, entregó la Presidencia a un caudillo, no a un demócrata, no a un hombre de Estado” (Re sic).
El dirigente del PRD, Raúl Flores, por su parte, no se queda atrás de la obtusa y agresiva declaración del “Jefe Diego”.
En el comunicado mediante el cual convoca a una reunión extraordinaria del PRD para evaluar su derrota y definir su postura respecto al nuevo gobierno, declara de entrada en tono lastimoso.
“AMLO utilizó la fuerza política y territorial del PRD (¿Cuál?) Para expropiarla a un “nuevo movimiento” que capitalizó el descontento y enojo de la ciudadanía hacia tres partidos: PRI; PAN Y PRD”.
Con ese tipo de análisis absurdos y ridículos acerca de que fue lo que provocó su derrota, queda en claro que aún no entienden que ocurrió y mucho menos que es lo que les espera en el nuevo sistema de partidos que se ha configurado.
Allá ellos. Merecido se lo tienen.