En un año, la deuda total del país -que agrupa las obligaciones financieras del sector público, IPAB y Pidiregas, entre otros- creció 2 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que en el primer semestre del 2015 representaba 44.9% del PIB, para los primeros seis meses de este año ascendió a 46.9%, de acuerdo con información del reporte de finanzas y deuda pública, según lo reporta hoy el matutino capitalino, El Economista.

Con lo anterior, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) -indicador que mide la versión más amplia de la deuda del país- ascendió a 8 billones 850,090 millones de pesos, 11% más respecto del primer semestre del 2015, es decir, 216,610 mdp más.

Algunos analistas económicos, señalan que a septiembre el tipo de cambio alcance los 21 pesos y Citigroup y Credit Suisse dicen podría llegar a 22 pesos por dólar, si el candidato republicano gana la elección.

Estaríamos hablando de una devaluación del peso superior al 60% en lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto.

Las cifras anteriores y otras, derivadas de las distintas medidas y acontecimientos económicos, hablan, para distintos analistas financieros, que puede darse un nuevo descenso en las expectativas de crecimiento menores al 2%.

La estrategia de la SHCP es recortar aún más el gasto público, lo que si bien es una medida de contención en la expansión monetaria, impacta en el empleo, la demanda interna y consecuentemente en una mayor caída de la economía.

En comparación, Chihuahua tiene un pasivo menor al 1% del PIB estatal, pero allá, en el ámbito federal no hay una Ley de Deuda que los limite, no hay una Reforma Constitucional que señale los diferentes mecanismos para impedir el sobre endeudamiento del gobierno federal.

De acuerdo con esas informaciones, se vuelve inminente una devaluación y una caída en las participaciones federales para Chihuahua, del orden de entre el 10 al 20%, que significarán entre 1 y 2 mil mdp.