Chihuahua, Chih.
Por más restricciones que se impongan al tránsito de las personas entre las naciones, no saldrán adelante, y menos si, como es el caso, y no solo a nivel regional, las cada vez mayores condiciones de desigualdad crecen y obligan a los habitantes de las regiones más depauperadas a migrar y, a los gobiernos de los territorios involucrados, a intentar detenerlos a como dé lugar.
Las consecuencias las estamos viendo, además de la crisis humanitarias de por sí, se agrava por las inmensas corruptelas que rodean al fenómeno, el involucramiento de las bandas del crimen organizado y la colusión de autoridades binacionales, de todos los niveles.
Hacen agua por todas partes las dependencias de la seguridad del Estado Mexicano y, a lo mejor, también las norteamericanas, las que, a lo largo de por lo menos 6 meses, no fueron capaces de detectar la presencia del cuarto túnel más largo construido en la frontera entre México y Estados Unidos, ahora entre Juárez y El Paso, Tex.
¿De veras nadie se dio cuenta que, en la red social de más explosivo crecimiento -Tik Tok-, desde hace meses se promueve el túnel, que cuenta con unas dimensiones de 225 metros de largo, aproximadamente 1.82 de alto, 1.21 metros de ancho; equipado con iluminación, un sistema de ventilación y reforzado con vigas de madera?
¿¡Ah!, y que, además, obtenía la energía eléctrica de la red municipal de alumbrado público?
Si no se tuviera a la mano la información, o por lo menos la percepción de que esta frontera es una -o debiera ser- de las más y mejor vigiladas, entonces todo el mérito habría que achacárselo a la banda criminal que fue capaz de superar, hasta tecnológicamente, a las autoridades de ambos lados de la frontera.
Las evidencias van entonces sentido contrario a lo anterior.
¿Nadie, en ninguno de los dos gobiernos, está monitoreando las redes sociales en materia migratoria? ¿A nadie comisionaron para que revisara los casos de detención de migrantes en las calles cercanas a la frontera en El Paso, Tex.?
N’ombre, es para no creerse, mejor es apostarle a la existencia de una gran maraña de intereses y delincuentes -de ambos lados- con la complicidad de autoridades, también binacionales, que han encontrado en las oleadas migratorias su «nicho de oportunidades» empresariales, precisamente a costa de uno de los temas que más dolor causan.
Es increíble: «Por medio de las redes sociales traficantes de personas promocionaban el cruce de migrantes de forma ilegal por el túnel que fue encontrado en el bordo del río Bravo en Ciudad Juárez y El Paso, Texas... en videos en la plataforma de TikTok se puede observar clips donde migrantes que usaron ese cruce para llegar a los Estados Unidos, recomiendan a los traficantes de personas que los ayudaron a pasar por el túnel». (Nota de Paola Gamboa, El Universal, 10/1/25).
En las cuentas, públicas, los migrantes recomiendan el tránsito por este espacio, pues en minutos, dijeron, pasaron a El Paso, túnel el que, seguramente, en sentido contrario, como ocurre en numerosos lugares de la frontera, los criminales trafican con precursores químicos y dinero.
En distintas fechas, tanto agrupamientos policíacos y de otro tipo, de EU, como de México, efectuaron distintos reportes acerca de grupos de migrantes encontrados muy cerca de la frontera y de sitios del drenaje pluvial de la vecina ciudad.
El más reciente de los episodios fue el 14 de noviembre del 2024, donde un grupo de migrantes fue detenido de una alcantarilla por el Equipo de Entrada Espacial Confined de El Paso BP (CSET). (Ibídem).
Finalmente, «Fueron agentes de la Patrulla Fronteriza asignados al Equipo de Entrada a Espacios Confinados de la Estación de El Paso, quienes, al efectuar una inspección en el drenaje pluvial de El Paso, a la altura de la puerta 28 del muro fronterizo los que descubrieron el túnel». (Nota de Pavel Juárez, El Diario, 14/1/25).
N’ ombre, en este tema, como en muchos otros, nadie vió ni dijo nada, mucho menos las autoridades, más empeñadas en imponer restricciones, en lugar de sólo ordenar, como lo hacen con las mercancías, el libre flujo de las personas en las fronteras, como lo era hasta hace un poco más de un siglo atrás.
Columna de Plata de la Asociación de Periodistas de Cd. Juárez (APCJ): 2008, 2015, 2017, 2022 y 2023
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