Chihuahua, Chih.

Parece anécdota, lo es, pero va más allá. Servirá para entender mucho de lo que los chihuahuenses han debido soportar a lo largo del gobierno del “Nuevo Amanecer”: 

En tiempos de la “normalidad”, el gobernador Corral acudía esporádicamente a jugar tenis a las canchas de la ciudad Deportiva de la capital del estado. Llegaba temprano, poco después de las 6 de la mañana, y se retiraba, frecuentemente, cerca de las 9 de la mañana.

Por supuesto, al momento de llegar prácticamente no se encontraba con nadie, pero cuando terminaba, era extraordinaria la ocasión en que saludaba a los jugadores y a las personas que se encontraban cercanas en las instalaciones, pero tampoco se preocupaba por buscar el saludo de los ciudadanos con los que se cruzaba, solo si estos buscaban saludarle, respondía, siempre, caminando de prisa, por delante de quienes habían jugado con él, incluidos algunos de los secretarios del gabinete, que debían correr para poder subirse a los vehículos. 

Otro aspecto llamativo, es que casi ninguno de sus subordinados buscaba emparejarse y conversar con el gobernador. De lejos se apreciaba la forma en que se relacionaba con ellos. Desde la “superioridad” del cargo público.

Al contrario de los integrantes de la clase política, Corral no es el político que busque el encuentro con la ciudadanía, ni en esos espacios aparentemente privados, ni en la función pública.

Los chihuahuenses han tenido suficientes oportunidades para apreciar ese rasgo de su carácter.

¿Qué cosa más apremiante puede ser en estos momentos que satisfacer las necesidades del personal médico y de enfermería?

Bien dicen que las crisis develan las mejores cualidades y peores defectos de las personas, y que, en el caso de los gobernantes, se potencian.

Si un defecto tiene el gobernador Corral, para desempeñarse como titular del Poder Ejecutivo de nuestra entidad, es la incapacidad para establecer relaciones de empatía con sus gobernados, incluidos sus compañeros de partido y subordinados.

Así, ante las manifestaciones de los trabajadores estatales del sector de salud, lo lógico -para él- fue abandonar precipitadamente el Palacio de Gobierno de la capital del estado.

¿Porqué no reunirse con quienes son los principales funcionarios públicos en este momento? ¿Porqué no escucharlos -aunque fueran improperios- y establecer el necesario diálogo con los dirigentes sindicales de la Secretaría de Salud?

Los trabajadores realizaron sendas manifestaciones frente a las instalaciones hospitalarias de Juárez, Chihuahua, Delicias, Cuauhtémoc y Parral, en la exigencia del “pago de retroactivos correspondientes a sus prestaciones y bonos, además de mejores condiciones laborales”. (Nota de la Redacción/El Diario, 10 noviembre 2020).

Son dramáticos los relatos y quejas: “No tenemos medicamentos, no tenemos insumos, no tenemos con qué trabajar… estamos trabajando con el virus a mano pelona y pues, ya si nos contagiamos, sería obra de Dios”: Sofía Calzadillas, secretaria General del Sindicato Único de Trabajadores del Ichisal. (Ibídem).

“En Juárez, César Olivas, delegado sindical del Sutichs), criticó al Gobierno del Estado por negarles el bono y Covid y no aumentar el sueldo como lo habían prometido”.

Lo mismo ocurrió en Parral y Delicias, en esta ciudad el colmo es que el personal de la nueva clínica del Issste, se manifestaron pidiendo mejores condiciones de trabajo.

Semanas atrás, el gobierno del estado declaró a los trabajadores de la salud como héroes, pero a éstos no hay capacidad para, siquiera, escucharlos y a partir de ahí resolver sus peticiones, las que, de ninguna manera son indebidas, injustas o ilegales.

Corral debe reaccionar, a quienes están trabajando bajo los peores niveles de riesgo -que al hacerlo arrastran a sus familias- se les deberá tratar como si fueran ministros de la Suprema Corte, como si fueran cualquiera de los más altos funcionarios de los gobiernos y no aherrojarlos a las calles para que, en manifestaciones que no debiesen ocurrir en los momentos actuales, exijan les sean entregadas las prestaciones a las que tienen derecho.

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