Chihuahua, Chih.
¡De qué modo cierra el año, y el gobierno, Javier Corral!
En medio de una intensa presión ejercida a todos los legisladores a fin de que le aprueben, además de un presupuesto deficitario, un nuevo crédito por mil 600 millones de pesos; de una intensa presión política para que deje de intentar la imposición de Gustavo Madero como candidato de su partido, y en medio del stress originado por la detención y vinculación a proceso del ex alcalde de Chínipas, imputado por vinculación, en calidad de auxilio, en el asesinato de Miroslava Breach, y por la cercana posibilidad de que su ex secretario particular, José Luévano, pueda ser objeto de la misma acción persecutoria de la justicia federal.
Al mismo tiempo, solo presionado fue capaz de pagar aguinaldos y otras prestaciones al personal del Colegio de Bachilleres, en tanto que, producto de varios factores, ha perdido momentáneamente la mayoría en el Congreso del Estado, justamente cuando más la requería, entre ellos, la de la desaparición del grupo parlamentario del PES (da igual, el viejo, o el nuevo, son casi lo mismo), lo que le dificultará aún más la operación al líder del Congreso, el panista Fernando Alvarez, líder de los diputados del blanquiazul.
Hace agua por todos lados la administración estatal. Y aún le falta el brote de contagios que, previsiblemente, se presentará a consecuencia del aumento de la movilidad y el acercamiento social, motivados por las fiestas decembrinas.
Ante panorama tan complejo, no deja de sorprender que el mandatario estatal insista en tantas cosas que debió cancelar.
¿Cómo es posible que insista en la obtención del préstamo de mil 600 mdp, cuyo objeto no ha sido capaz de detallar y justo cuando le pide a los diputados le aprueben el presupuesto deficitario, cuya propuesta presentó en días pasados?
Previamente, el Congreso le ha autorizado cuatro paquetes económicos deficitarios que acumulan un déficit de 18,700 millones de pesos; sumado a las dos reestructuraciones de la deuda, cuyos resultados son el del aumento de la deuda y del alargamiento de los plazos de la misma.
A unas cuantas semanas del cierre de su administración -para términos prácticos, políticos- el gobernador de la prometida nueva etapa, “amanecida”, de Chihuahua, insiste en presentar un presupuesto deficitario por más de 5 mil mdp que, para satisfacerlo, deberá pedir prestado más recursos, al mismo tiempo que solicita otro, cuyos recursos estarían dirigidos a la satisfacción de un conjunto de pequeñas obras, del que no ha referido mayores detalles.
¿Acaso serán los dirigidos a satisfacer los requerimientos de los aliados del partido del gobernador, ahora que han firmado una alianza electoral al gobierno de Chihuahua, además de usar una parte de esos recursos para pagar los supuestos “moches” que, se dice, insistentemente, han prometido a varios legisladores, si aprueban el crédito?
Así, al pésimo entorno con el que cierra el año, ahora se suma hasta la sospecha de recurrir a los “regalos” a los legisladores con tal de que aprueben sus propuestas.
De hecho no es nueva tal estratagema, ya al inicio de la actual legislatura, para “pavimentar” la aprobación legislativa en distintos asuntos, el procedimiento fue el de entregarles a los coordinadores de algunos grupos legislativos una camioneta “Yukón”, además de la aprobación de numerosas plazas laborales en la nómina del Poder Legislativo para sus recomendados, que en su momento causó un gran escándalo, sin que ello tuviera repercusiones legales y, aparentemente, tampoco políticas pues los receptores siguen tan felices y contentos.
No sólo es el déficit del presupuesto que propone Corral para el próximo, sino también la increíble disminución a distintos sectores prioritarios, en especial al de la salud, en el que la baja de los recursos es verdaderamente salvaje, incluido Pensiones Civiles del Estado, que acarrea un déficit que de no solucionarlo, a estas alturas ya se podría catalogar como criminal.
No hay manera de justificar que, exactamente en medio de la peor pandemia de la que tenga memoria la humanidad, haya gobernantes que propongan disminución en los presupuestos del sector salud.
Bueno, pues eso también propone Javier Corral.
Pero también han propuesto la contratación de un seguro, para financiar el bono de retiro de los funcionarios de los primeros niveles, consistente en que el “amanecido” gobierno les otorgará el 100% de los ahorros que hayan hecho los funcionarios.
¡Qué bonita! ¡Qué bonita familia!
¡Ay, Corral!
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