Chihuahua, Chih.
La visita de López Obrador exhibió la cruda realidad político-electoral de nuestro Estado: dada la crónica ineptitud del Gobernador, se avizora el fracaso electoral del PAN en los comicios locales del 2021; en otras palabras, Javier Corral (a) ‘El Inútil’, será el motivo por el que fracase el candidato(a) panista a Gobernador.
Triste paradoja: el candidato panista que logró el triunfo electoral, al capitalizar el repudio ciudadano al término del mandato de César Duarte; en el 2021, en una nueva versión, el descontento social en contra de Javier Corral será, sin duda alguna, el ‘talón de Aquiles’ del próximo(a) candidato(a) del PAN.
Por mi parte, para el 2021, avizoro una nueva alternancia electoral en la que los candidatos de Morena tendrán una oportunidad única: lograr un triunfo electoral, al estilo de López Obrador. Sin descartar, por supuesto, un previsible y sorpresivo triunfo de un candidato independiente o de una coalición electoral.
Por otra parte, ante el inminente registro de nuevos partidos políticos, el aumento de candidatos polarizará el voto ciudadano; lo cual reduce aún más las posibilidades de que el PAN pudiera retener el control del Gobierno del Estado; sin embargo, a pesar de un amplio abanico de candidatos, la consigna del electorado chihuahuense será una sola: ¡FUERA CORRAL!
A mi parecer, la espontánea reacción de los asistentes en el evento de López Obrador al ver a Javier Corral, nos demuestra la enorme decepción que su pésimo desempeño ha generado en la sociedad chihuahuense. Es más, notas de un periódico de circulación nacional (Reforma) menciona que hubo no solo abucheos, sino también “mentadas de madre”.
Si bien es cierto que el ‘vulgar ladrón’ de César Duarte será recordado como el Gobernador más odiado en la historia del Estado de Chihuahua; también lo es que, Javier corral se ha ganado a pulso -en poco más de 2 años- el ser el Gobernador más repudiado, por su cinismo e hipocresía.
Al extremo de que el Presidente de la República se vio obligado a interceder a su favor: “hay que respetar a la autoridad: Corral tiene el derecho a disentir… Si hace un cuestionamiento al Presidente, está en su derecho a disentir y se le va a respetar siempre. Es más: merecen más respeto los opositores que los abyectos”.
“El Inútil” no dijo ni media palabra. ¿Autocensura?, se preguntan algunos analistas. López Obrador ni siquiera le dio la oportunidad de platicar con él. Eso sí que es una ‘mentada de madre’ política. Pobre Javier, no sé si conserve un poco de pudor. Pero a mí, me da vergüenza ajena.
Algunos de los presentes, manifestaron que Javier es “un pésimo Gobernador; lo que estaba mal ahora está peor; Corral es tan corrupto como Duarte… El malestar ha venido creciendo porque hartó a la gente haciendo creer que el malo era Duarte y que él era un angelito anticorrupción… “él siempre está fuera de la jugada buscando focos en la Ciudad de México para su interminable autoproclamación de candidato…”
Y a donde quiera que va López Obrador, los abucheos hacia los gobernadores de otros partidos es una constante. Lo mismo le pasó a la Gobernadora priista de Sonora, Claudia Pavlovich. En esta ocasión, el alegato de defensa del Presidente fue que hay “que dejar atrás las diferencias del periodo de campaña y acompañar a las autoridades para poder dar respuestas a las demandas nacionales”.
Mientras tanto, López Obrador -al igual que Javier Corral-, en una interminable campaña electoral, asume su papel de verdugo de la corrupción. En efecto, a través de un excesivo activismo presidencial (conferencias mañaneras y viajes constantes) busca “cristalizar, a la brevedad posible, sus tantas promesas de campañas”.
Así las cosas, a la sociedad le corresponde decidir si las políticas públicas que impulsa López Obrador, “son o no, soluciones coyunturales carentes de fondo y rumbo y, por ello, declaraciones simplistas y oportunistas que solo buscan aplacar el descontento social”. Seguiremos atentos….