Chihuahua, Chih.

La educación virtual es una modalidad educativa a través de tecnologías de la información y la comunicación, por medio de las cuales se puede estudiar desde cualquier lugar y “los usuarios adquieren destrezas y conocimientos a través de la red, a su propio ritmo de aprendizaje y distribuyendo su propio tiempo; lo cual convierte al estudiante en un autodidacta”.

Para José Luis Orihuela la e-comunicación “es un nuevo escenario de la comunicación pública en la era de Internet que ha de interpretarse como la ocasión para redefinir el perfil y las exigencias profesionales de los comunicadores”. Al extremo de que el uso de la enciclopedia digital ‘Wikipedia’ se ha convertido en una herramienta de consulta obligada.

En efecto, “el Internet ha provocado un efecto paradójico en la comunicación pública que, por una parte se ha desprofesionalizado (con publicaciones de gente con escasa cultura); y por otra parte, se ha superespecializado fragmentando el conocimiento en infinidad de parcelas”.

En el ámbito gubernamental, la Administración electrónica (e-Administración) es considerada como “la incorporación de las tecnologías de la información y las comunicaciones en la administración pública… y busca habilitar la vía electrónica como un nuevo medio para la relación con el ciudadano y empresas”. Así, un sinnúmero de trámites administrativos que se realizan a través del Internet, como por ejemplo, el pago de impuestos, solicitudes de información, etc.

En efecto, la aplicación del principio de accesibilidad en la Administración Pública busca “garantizar el acceso a la información y los servicios por medios electrónicos de manera segura y comprensible”; lo anterior, en virtud de que los principios de eficiencia y eficacia implican “la mejora de la calidad de los servicios e información de las personas, reducir los tiempos y plazos de los procedimientos administrativos y optimizar los recursos de la administración”.

Por otra parte, el gobierno electrónico (e-Gobierno) es considerado como “el uso de dispositivos tecnológicos de comunicación (computadoras e Internet) para proporcionar servicios públicos a ciudadanos y otras personas en un país o región. El gobierno electrónico ofrece nuevas oportunidades para un acceso ciudadano más directo y conveniente al gobierno, y para la provisión de servicios gubernamentales directamente a los ciudadanos”.

Por último, está la democracia electrónica (e-Democracia) que consiste en “el uso de uso de dispositivos tecnológicos de comunicación para crear espacios de diálogo y reflexión social, ejercicio de los derechos de participación/políticos, y mejora de los procesos electorales en la relación existente entre ciudadanos, sujetos políticos, e instituciones electorales”.

En la democracia electrónica el uso de las nuevas tecnologías de la información permite mejorar procesos dentro de una democracia representativa; como lo sería, la autorización de tecnologías móviles (Apps) en los procesos electorales y de participación ciudadana (Referéndum y Plebiscito).

Sin embargo, durante la pandemia que actualmente padece nuestro país, se han dado situaciones inéditas que proscriben el Estado de Derecho, dada cuenta que se trata de actos de gobierno no reconocidos, de manera expresa, en el Pacto Federal y en las leyes reglamentarias.

Tal y como acontece en la infame paralización de la función Legislativa y Judicial y, en especial, en la celebración de sesiones virtuales del Congreso de la Unión y de las Legislaturas estatales.

Si la Constitución Federal establece que las sesiones legislativas son válidas, siempre y cuando exista quórum legal; es decir, que estén presentes más de la mitad de los legisladores.

Yo me pregunto. ¿Son válidas las sesiones legislativas virtuales? ¿Es válido un Decreto legislativo expedido por diputados no presentes en la sede legislativa?

Por supuesto que no. Porque los diputados locales están obligados, por mandato constitucional, a emitir su voto presencialmente.