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Congreso, oprobioso espectáculo

Congreso, oprobioso espectáculo 21 de septiembre de 2017

Luis Javier Valero Flores

Chihuahua, Chih.

Escribimos en medio de la inmensa tragedia producida por los sismos, y no sólo el ocurrido el martes ¡19 de septiembre!, cuyas afectaciones abarcan a otras entidades que habían tenido daños menores en el del 7 de septiembre, incluida la Ciudad de México, sin duda la entidad que más ha acaparado la atención -por lo extenso de la destrucción- pero que en otras entidades, particularmente Morelos y Puebla, los damnificados pueden ser más y que sufrieron, además, la carencia de los protocolos de seguridad, algo que seguramente contó fundamentalmente en la capital del país para que el número de víctimas disminuyera y que, paradójicamente, se pusieran en vigor en el otro 19 de septiembre negro, el de 32 años atrás.

Ni falta hace exhortar a la solidaridad, esa camina casi de manera automática en amplias capas de la población, ni hace falta reiterar que el México más pobre es el que más ha sufrido con las calamidades de la naturaleza en los hechos recientes, ante ello, solidarizarse es obligado.

Paradójicamente, en la misma fecha pudimos apreciar en toda su magnitud el porqué de la enorme brecha, cada vez mayor, abierta entre la sociedad y los partidos políticos. Mientras una inmensa ola de ciudadanos dignos -con su contraparte en todo el país- acometía por su cuenta, sin convocatoria, las tareas de salvamento en las zonas devastadas, en el resto del país millones se aprestaban a aportar lo que pudieran a fin de apoyar a las víctimas de los sismos.

Al mismo tiempo, las chicanadas, los arreglos, las “negociaciones” entre los gobernantes de Chihuahua y los partidos minoritarios dieron como resultado la aprobación en el Congreso del Estado de la reestructuración de la deuda directa del estado, la mayor parte de ella contratada por el gobierno de César Duarte.

Sólo los diputados del PRI y de Morena fueron congruentes en su rechazo previo. A su vez, el PAN, PES y MC aprobaron la reestructuración.

El resto de los partidos, PRD, PT, Panal y Pvem, contra sus dichos previos, aprobaron una medida, que de ajustarse a lo establecido por la nueva Ley de Disciplina Financiera, no podrá ser superior a la contratada por Duarte, ni podrá aumentar el plazo para pagarla.

Si alguno de estos preceptos fuera violado, cualquiera de los diputados -y probablemente cualquier ciudadano- podría ampararse y echar abajo la reestructuración, de ahí que el principal argumento para oponerse a una reestructuración necesaria, así sea la obtención de unos cuantos cientos de millones de pesos.

Es de tal magnitud el déficit presupuestario del gobierno de Chihuahua que el ahorro de hasta 300 millones de pesos -si son ciertas las cifras de la Secretaría de Hacienda estatal- hasta parece una cifra menor.

Aquí lo destacable, para los fines del comentario de hoy, son las actitudes de los partidos mencionados líneas arriba; no tienen ética, no fueron capaces de argumentar, razonadamente, el sentido de su voto; antes no pudieron esgrimir las razones de su oposición, y ahora, tampoco las de su aprobación.

Igual que en el sexenio anterior, justificaron todas las trapacerías financieras del gobierno de Duarte, porque formaban parte de la coalición gobernante, y ahora, en el nuevo amanecer, son capaces, hasta de argumentar las “buenas obras” que realizará el gobierno de Corral con los “magnificentes” ahorros logrados por la reestructuración.

No son confiables; ni en un sentido, ni en otro; ni antes, cuando le aprobaban todo a Duarte, ni ahora cuando le condicionan a la obtención de prebendas menores el apoyo a la reestructuración.

En cuanto a la bancada “rosa” del PRI.

¿Dónde estaban, las que hoy integran esa bancada, en el sexenio de Duarte, justo cuando se aprobaban los créditos que hoy tienen sumidas a las finanzas estatales? ¿Cuándo sus voces críticas?

Nunca, era faltarle al respeto al “primer priista del estado”.

El argumento del priismo para oponerse a la reestructuración es ¡Porque ésta, dicen, es una nueva deuda, sabedores de que la entidad no puede adquirir ninguna nueva deuda, por la sencilla razón de que su compañero de partido, Don César Duarte, agotó las capacidades crediticias del estado!

Todo eso sucedía mientras todo un pueblo mostraba la dignidad de la que es portador.

[email protected]; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

Luis Javier Valero Flores

Director General de Aserto. Columnista de El Diario