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¿Cómo podríamos entender?

¿Cómo podríamos entender? 27 de febrero de 2021

Gerardo Arturo Limón Domínguez

Chihuahua, Chih.

La lealtad es una de las cualidades humanas más valoradas, pues en cualquier relación es importante lograr un alto grado de confianza, compañerismo, fidelidad, complicidad y seguridad, unas características que a menudo se ven englobadas dentro del concepto lealtad, hablar de ella en este momento es vital,  sobre todo si evaluamos tres momentos de esta semana y le daré  el eje en la persona de Andrés Manuel López Obrador en esta colaboración.

Lo haré así explícitamente sin ambages en virtud de que los tiradores en contra de él muestran cada vez más la artillería, razón por la cual solo dejare constancia aquí del porqué de mi aprecio al presidente pedagogo, como le llamé hace ya muchos ayeres justo al inicio de sus ya tradicionales “mañaneras” que desea día con día  intenta dejar algo de sí, ya sea una enseñanza de fraternidad entre las naciones.

Señalo aquí  lo referido por el presidente  Alberto Fernández quien esta semana  le visitó y públicamente elogió su arrojo cívico y político junto a Marcelo Ebrard para salvaguardar la vida del expresidente boliviano Evo Morales y su  vicepresidente Álvaro García Linera,  conducta de lealtad poco apreciada y valorada en lo interno y que justamente Fernández mencionó.

El segundo caso es la salida en falso del Auditor Superior de la Federación  quien lanzó sin más  el supuesto sobrecosto de cancelar el nuevo aeropuerto de Texcoco, seguido de una jauría mediática y pido disculpas del término pero aun no encuentro equivalencia para citar a los Loret, Camín y demás que se lanzan sobre la administración del presidente sin más,  hasta que son frenados y exhibidos el viernes pasado en la misma  conferencia mañanera. Bendita mañanera que es valladar de contrarréplica ante esos ataques.

Cierro con el caso de la pre candidatura de Guerrero tan disputada a Salgado Macedonio,  lucha difícil de verdad porque la razón de defensa siempre es un derecho que asistirá a las mujeres  agraviadas. Si es el caso y puede ser probado, empero, como dice  Miguel Ángel Ferrer: 

“Los adversarios de López Obrador no escatiman temas ni recursos retóricos para sabotear el programa anti neoliberal de la Cuarta Transformación encabezada por el tabasqueño. Entre esos temas está, desde luego, un particular feminismo claramente de derecha. Y también las expresiones más derechistas del ambientalismo.  (N.A. Cuando torpemente  Gabriel Quadri dice ante la emergencia climática de las semanas pasadas  “AMLO quiere matar a los mexicanos al usar combustóleo”) . 

Y lo mismo, por supuesto, pasa con el indigenismo”  (cuando escucho que El Tren Maya es atentatorio a las comunidades indígenas,  me recuerda a los detractores de Luis  Echeverría queriendo abrir Cancún y nuestro Caribe  al turismo internacional, todo porque  dio otra opción turística que no fuese el Acapulco adorado por los políticos del momento y de todos los momentos)

Con este preludio vamos al trabajo de  Ferrer cuyo título parece ser consonante con lo aquí expuesto y dice así;

 “No es contra Félix, es contra AMLO”

Ahora, en vísperas de la elección de gobernador en Guerrero, los enemigos de López Obrador le exigen impedir que Félix Salgado Macedonio se convierta en el candidato de Morena (Movimiento de Regeneración Nacional) a ese cargo en disputa.

El pretexto para esa absurda y antidemocrática exigencia consiste en acusar en los medios de comunicación a Salgado de haber violado sexualmente a varias mujeres hace muchos años. 

Pero en vez de encaminar judicialmente tal imputación, como haría cualquier persona, hombre o mujer, han preferido llevar el asunto al litigio mediático.

Sólo que es muy notorio que el blanco de la campaña contra Salgado no es el pintoresco guerrerense, sino el propio López Obrador. No es que la derecha piense que puede hacer realidad su exigencia. Ni que piense que podría ganar la gubernatura de Guerrero.

Se trata solamente de endilgarle a López Obrador el sambenito de antifeminista. O dicho en lenguaje moderno y alejado del sentir popular, colgarle la etiqueta de político patriarcal. El conservadurismo piensa que todo sirve para desgastar al político más popular y con mayor respaldo electoral en la historia de México. Respaldo electoral, dicho sea de paso, que proviene,  amplia, y quizá mayoritariamente, del sector femenino de la sociedad.

¿No se habrán dado cuenta estos membretes feministas de derecha que al demandarle a López Obrador impedir la candidatura de Salgado Macedonio están reproduciendo, acaso inconscientemente, la típica conducta patriarcal de pedirle al padre, al macho de la familia, al hermano mayor, al novio, al esposo, al hombre fuerte que haga valer los derechos que esos membretes dicen procurar y defender?

 Esos membretes feministas y sus voceros y reproductores en los medios de comunicación más conservadores no tardarán mucho en darse cuenta de lo fútil de su campaña de desprestigio y descalificación del Presidente de la República.

Porque, a final de cuentas, qué dirán si Salgado Macedonio obtiene el respaldo electoral que lo convierta en gobernador de Guerrero. ¿Dirán que los guerrerenses, hombres y mujeres, están equivocados? ¡Ah, las élites!” (Telesur26/02/21)

 


COROLARIO

Si de verdad queremos entender a quién aquí llamo el presidente pedagogo, a mi juicio habría que leer a León Tolstoi y su genial cuento escrito en 1885. Aquí lo comparto, su titulo es: “Lo malo atrae pero lo bueno perdura”:

“Hace mucho tiempo vivía un hombre bondadoso. Él tenía bienes en abundancia y muchos esclavos que le servían. Y ellos se enorgullecían de su amo diciendo:

"No hay mejor amo que el nuestro bajo el sol. Él nos alimenta y nos viste, nos da trabajo según nuestras fuerzas. Él no obra con malicia y nunca nos dice una palabra dura. Él no es como otros amos, quienes tratan a sus esclavos peor que al ganado: los castigan si se lo merecen o no, y nunca les dan una palabra amigable. Él desea nuestro bien y nos habla amablemente. No podríamos desear una mejor vida."

De esta manera los esclavos elogiaban a su amo, y el Diablo, sabiendo esto, estaba disgustado de que los esclavos vivieran en tanta armonía con su amo. El Diablo se apoderó de uno de ellos, un esclavo llamado Aleb, y le ordenó que sedujera a sus compañeros. Un día, cuando todos estaban sentados juntos descansando y conversando de la bondad de su amo, Aleb levantó la voz y dijo:

"Es inútil que elogien tanto las bondades de nuestro amo. El Diablo mismo sería bueno con nosotros, si hiciéramos lo que él quiere. Nosotros servimos bien a nuestro amo y lo complacemos en todo. Tan pronto como él piensa en algo, nosotros lo hacemos: nos adelantamos a sus deseos. ¿Cómo puede tratarnos mal? Probemos como sería, si en lugar de complacerlo le hiciéramos algún daño. El actuará como cualquier otro y nos devolverá daño con daño, como el peor de los amos haría."

Los otros esclavos comenzaron a discutir lo que Aleb había dicho y al final hicieron una apuesta. Aleb debía hacer enojar al amo. Si él fracasaba perdería su traje de fiesta; pero si tenía éxito, los otros esclavos le darían a Aleb los suyos. Además, él prometió defenderlos contra el amo y liberarlos si ellos eran encadenados o enviados a prisión. Habiendo arreglado la apuesta, Aleb estuvo de acuerdo en hacer enojar al amo la mañana siguiente.

Aleb era quien se encargaba de cuidar al ganado, y tenía a su cargo una cantidad de valiosos carneros de raza, de quienes el amo estaba muy orgulloso. A la mañana siguiente, cuando el amo trajo algunos visitantes al recinto de los animales para mostrarles un valioso carnero, Aleb guiñó un ojo a sus compañeros y les dijo:

"Miren ahora como haré para enfurecerlo."

Todos los esclavos se reunieron, mirando algunos por la puerta y otros por sobre la cerca, mientras el Diablo trepaba a un árbol cercano para mirar cómo hacía su sirviente el trabajo. El amo caminó en el recinto, mostrando a sus invitados las ovejas y los corderos, pero deseando poder mostrarles su más fino cordero.

"Todos los corderos son valiosos", dijo, "pero tengo uno con los cuernos torcidos, que es inapreciable. Lo estimo como si fuera la luz de mis ojos."

Asustado por los extraños, el carnero corría en el recinto, por lo tanto los visitantes no podían ver con claridad al cordero. Tan pronto como se paraba, Aleb asustaba a las demás ovejas como por accidente, y ellas comenzaban a mezclarse nuevamente. Los visitantes no podían saber cuál era el animal preferido. Al final el amo se sintió cansado de todo eso.

"Aleb, querido amigo," dijo, por favor agarra nuestro mejor carnero para mí, el único con los cuernos torcidos. Agárralo cuidadosamente y sostenlo quieto por un momento."

Apenas el amo había dicho eso, cuando Aleb se precipitó entre las ovejas como un león, y agarró al valioso carnero. Lo tomó por la lana, y luego lo agarró por la pata trasera izquierda, y ante los ojos de su amo se la torció bruscamente hasta que un ruido seco sonó. Él había roto la pata del carnero por debajo de la rodilla. 

Entonces Aleb lo tomó por la pata trasera derecha, mientras el animal balaba. Los visitantes y los esclavos exclamaron un grito, y el Diablo, sentado en el árbol, se regocijaba de lo bien que Aleb había realizado la tarea. El amo se puso más negro que el trueno, frunció el ceño, agachó la cabeza, y no dijo una sola palabra. Los visitantes y los esclavos estaban en silencio también, esperando ver qué sucedería después. Luego de un rato de silencio, el amo se estremeció como si se sacudiera algo de encima. Entonces él levantó su cabeza, y elevó su vista al cielo, permaneciendo así durante un instante. Las arrugas de su rostro desaparecieron, y con una sonrisa miró a Aleb y le dijo:

"¡Oh, Aleb, Aleb! Tu amo te ordenó que me hicieras enojar; pero mi amo es más fuerte que el tuyo. Yo no estoy enojado contigo, pero haré algo para enojar a tu amo. Tú temes que te castigaré, y has estado deseando por tu libertad. Debes saber Aleb, que no te castigaré; pero como tú deseas ser libre, aquí frente a mis invitados, yo te otorgo tu libertad. Ve donde desees, y lleva contigo tu traje de fiesta."

Y el buen amo regresó a la casa junto a sus invitados; pero el Diablo, rechinando sus dientes, cayó del árbol, y se hundió en la tierra”

¡SAQUE CADA QUIEN SUS CONCLUSIONES!