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Comienzan las campañas

Comienzan las campañas 6 de abril de 2021

Hernán Ochoa Tovar

Chihuahua, Chih.

“Fuera de México, todo es Cuautitlán” 

Enrique Krauze (Chihuahua: Ida y Vuelta). 

Como se esperaba, el pasado domingo 4 de abril, las campañas electorales dieron inicio. En estas “megaelecciones” se elegirán diversos cargos: diputaciones locales, federales, ayuntamientos, sindicaturas, y, la denominada “Joya de la Corona”: la gubernatura del estado de Chihuahua.

El próximo 6 de junio, los chihuahuenses acudiremos a las urnas para elegir a los representantes populares mencionados con antelación, y, sobre todo, designar al sucesor de Javier Corral Jurado en el Palacio de Gobierno; y de María Angélica Granados (sucesora de Maru Campos, tras su licencia como munícipe) frente a las riendas de esta ciudad capital.

A contrapelo de lo que sucedía en el pasado reciente, cuando las batallas electorales eran entre el PRI y el PAN (bipartidismo que se gestó en el estado a partir de la década de 1980), en esta ocasión -y como viene siendo desde 2018- será entre el gobernante PAN y MORENA, joven partido de izquierdas el cual, tras surgir en 2014 como una extensión del liderazgo de Andrés Manuel López Obrador, logró el sorpasso en los comicios pasados y, de ser un partido político marginal, con pequeños porcentajes de votación, pasó a ser el partido gobernante, así como la primera fuerza en grandes extensiones de la nación, particularmente en el sureste, que es donde se concentra su voto duro.

En esta ocasión las elecciones serán, a mi juicio, un “tango que se bailará entre dos” entre el PAN y MORENA. 

Aunque el PRI tiene algunas áreas de oportunidad, sobre todo en estados donde aún es competitivo (particularmente en Nuevo León, donde disputa, con posibilidades reales, la gubernatura de esa entidad norteña), en el caso de Chihuahua pelea ¡el tercer lugar! con Alfredo Lozoya Santillán “El Caballo”, Presidente Municipal de Parral, con licencia, quien funge como el abanderado de Movimiento Ciudadano en pos de la gubernatura. 

¡Graciela Ortiz no tiene posibilidades de recuperar, para sí, el gobierno del estado! mismo que su partido detentó por diversas décadas consecutivas, teniendo solamente un interregno en el gobierno de Francisco Barrio (1992-1998), para volver a gobernarlo, desde los tiempos de Patricio Martínez, hasta el declinante final de la gestión de César Duarte (2016).

En el ayuntamiento se repite un escenario similar: si, en un inicio, el ex Director de Desarrollo Humano del Municipio, Marco Bonilla, parecía tener la victoria en la bolsa; la unción de su tocayo, Marco Adán Quezada, como candidato de MORENA y aliados, ha venido a complicar el escenario, pues algunas encuestas visualizan, al día de hoy, un empate técnico entre ambos personajes. 

A decir de la analista Carmen Urías, los resultados de la elección los brindarán los indecisos, porcentaje de las encuestas que posee un número considerable, el cual, intuyo, irá declinando conforme el proceso electoral avance, y los ciudadanos de la ciudad decidan cuál camino tomar: si el del continuismo (Bonilla); o el de la ruptura (Quezada). 

Un punto destacado de esta parte del proceso electoral, es que ha transcurrido sin aspavientos mayores, pues los punteros (Quezada y Bonilla) han resaltado la importancia de las propuestas, por sobre las descalificaciones y guerras sucias que han acometido en otras gestas electorales. Ambos puntualizan que lo más relevante es el bienestar de la ciudad, lo cual, en sí mismo, es plausible (ojalá sigan en esa tónica).

No ocurre lo mismo en la “carrera por la gubernatura”, pues, aunque el PAN tiene posibilidades de retener la gubernatura del estado (en la figura de Maru Campos, abanderada de la coalición PAN-PRD) se percibe una ruptura total entre el equipo del gobernador Javier Corral, y el suyo propio. 

Las controversiales acusaciones de la presunta “Nómina Secreta” de Duarte, han cimbrado el inicio del proceso electoral, y balcanizado al gobernante blanquiazul ¡como nunca! Al grado de que dos de los abogados de la alcaldesa con licencia, Francisco Molina y Arturo Chávez, son dos prominentes panistas, que ocuparon la Procuraduría del Estado en tiempos de Francisco Barrio, quienes ahora muestran diferencias con el gobierno estatal, no obstante ser correligionarios. 

En el mismo tenor, el enfrentamiento de Maru Campos, con el consejero jurídico del estado, Jorge Espinoza; así como con el Secretario General de Gobierno, Luis Fernando Mesta; y el propio gobernador Corral; parece haber arribado a un punto de no retorno. 

Esto porque, en una conferencia de prensa realizada cuando las campañas estaban a punto de arrancar, la alcaldesa con licencia acusó, tanto a Corral como a Mesta ¡de querer entregar el estado a Morena! ¡Para Ripley! En tanto, Corral, hizo lo propio teniendo como entrevistadora a Carmen Aristegui, en cuyo programa acusó a Campos de querer vencer en los comicios, para protegerse de las acusaciones que pesan en su contra ¡Increíble! 

La presunta división que en el pasado, se dice que existió entre los equipos de Francisco Barrio y Ramón Galindo (la cual, a la postre, permitiría la eventual victoria de Patricio Martínez, en 1998), sería cosa de niños, comparada con el choque de trenes que se ha venido presentando al calor de la coyuntura electoral actual.

En este mismo tenor, la coyuntura del grueso de los partidos, ha sido del ataque a la presente gestión de Javier Corral. Si Juan Carlos Loera, tiene en la 4T un poderoso cartabón para imprimir y darle realce a su retórica; Maru Campos rompe lanzas con Corral, señalando las deficiencias de su quinquenio. Tanto así que, el arranque de la campaña estuvo lleno de símbolos, pues decidió comenzar su movilización en la Presa La Boquilla, planteando diferencias claras con la entidad y la federación, dejando entrever que es necesaria la cooperación entre poderes, pero que lo menester es la defensa de la entidad, en todo momento. 

Resulta interesante que, para su desempeño, Campos haya recibido el espaldarazo del líder nacional del PAN, Marco Cortés; de su homólogo del PRD, Jesús Zambrano; e, incluso, la lideresa local del blanquiazul, Rocío Reza, haya estado en la tarima haciendo eco de sus proposiciones y acusaciones. Juan Carlos Loera, en tanto, obtuvo el apoyo de Mario Delgado (líder de MORENA) quien hizo escala en Cd. Juárez y Cuauhtémoc, para otorgar brío a la naciente gesta por la gobernación, buscando que la autodenominada “Cuarta Transformación” arribe al estado de Chihuahua en el otoño venidero.

Habrán de verse las sorpresas que nos deparará esta breve, pero intensa, campaña política. Por lo pronto, se visualizan más preguntas que respuestas; muchos cabos por atar.


ACIERTO DE LOERA.

El día de ayer, Juan Carlos Loera, candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia en Chihuahua (MORENA, PT, Nueva Alianza), presentó a su equipo de campaña: entre otros, destacan el Dr. Víctor Orozco; el empresario (senador suplente y consejero de PEMEX) Rafael Espino, y la Maestra Elena Rojo. Tanto Orozco, como Rojo, son personajes con gran trayectoria en la izquierda. Orozco será el encargado del plan de gobierno; Espino del área de negocios; y Rojo, del sector femenil. 

Los tres son conocedores de sus áreas, y personajes con gran experiencia. Si esta triada fuese considerada para un eventual gabinete, sería una buena noticia, pues serían un indicador de que Loera, en caso de llegar a Palacio, buscaría gobernar diferente y no con los esquemas preexistentes. Habrá que verse.

Hernán Ochoa Tovar

Maestro en Historia, analista político.