Chihuahua, Chih.
Una verdadera crisis se le avecina al gobierno de la 4T en el ámbito educativo y en una buena parte del país. La dirigencia de la CNTE afirmó que el gobierno de López Obrador incumplió su promesa de abrogación de la reforma educativa y la catalogó como una copia de la efectuada por el gobierno de Peña Nieto.
“Es evidente que hubo pacto, pero no fue con los maestros, sino con los partidos políticos y los intereses de siempre”, afirma la dirigencia, en lo que es la más contundente descalificación al gobierno de la 4T.
Los dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) afirmaron que el gobierno federal “perdió la oportunidad histórica” de transformar de fondo el sistema educativo al aprobar una reforma que “incumple la promesa de abrogación y mantiene el estado de excepción laboral de los maestros”.
Más aún, anunciaron que habrá protestas en las calles y que se movilizarán en todo el país los próximos 15, 16 y 17 de mayo con un paro de 72 horas previo a un posible estallamiento de un paro indefinido de labores.
Son contundentes los argumentos de Francisco Bravo y Pedro Hernández, integrantes de la dirección política del magisterio disidente. Afirmaron que ”simplemente se copió la visión que se tenía en el sexenio pasado de una educación con principios empresariales. Esto nos obliga a seguir en la lucha en todas las trincheras, en las calles, pero también en las escuelas, con las comunidades, por la vía política y jurídica”. (Nota de Laura Poy Solano, La Jornada, 11 mayo 2019).
Uno de los principales argumentos usados por la disidencia es que la reforma de la 4T se hizo del mismo modo que la anterior, sin tomar en cuenta a los maestros, sin su opinión, asentaron, estaremos, como país, muy lejos de la “verdadera transformación del sistema educativo”, la que se debe dar “desde las bases”.
Y casi declararon la guerra política al nuevo gobierno. Establecieron que los partidos políticos y el gobierno federal “ya eligieron su ruta y nosotros la nuestra. No vamos a poder incidir en una transformación de fondo desde el Congreso, eso ya nos quedó claro. Por eso vamos a mantener la resistencia y tenemos que garantizar las condiciones para que esto se dé en la práctica, con el apoyo de los padres y las comunidades”.
La CNTE, explicaron, tiene muy claro que no sólo se trata de combatir esta “reforma administrativa y laboral que no cambia nada en términos pedagógicos, sino que debemos enfrentar todo el abanico de modificaciones estructurales que se están imponiendo como la reforma laboral, la creación de la Guardia Nacional, los proyectos estratégicos como el Tren Maya y el corredor transístmico. Entendemos que son los mismos partidos que perdieron la elección, los mismos intereses y actores, sólo que han cambiado de color”.
No hay margen a la duda, sostienen que la reforma de López Obrador “sólo perfecciona la que impuso Enrique Peña Nieto: cambian conceptos, quitan algunas cosas, pero no se trata de una verdadera abrogación. Es evidente que hubo pacto, pero no fue con los maestros, sino con los partidos políticos y los intereses de siempre”.
No acaban los problemas. En campaña, López Obrador aseguró que la reforma educativa que impulsaría su gobierno sería consultada masivamente con las bases magisteriales, en las prisas por derogar la de Peña Nieto se les olvidó realizar tal acción.
Nos costará mucho.