Chihuahua, Chih.
Tal y como se esperaba, Claudia Sheinbaum dijo ayer que “por supuesto que (las iniciativas del Presidente) son base sustantiva de lo que va a ser nuestro gobierno”.
En el paquete presidencial hay dos iniciativas que corresponden a políticas que marcarán para siempre y para mal el carácter de este gobierno y su cuarta transformación y que, si uno analiza el equipo de Claudia (y las declaraciones de la candidata desde que era jefa de Gobierno), todo indica que les gustan y quieren más de ellas.
Políticas públicas que nada tienen que ver con lo que llamamos izquierda, nada que ver con los derechos humanos ni con las libertades. Me refiero a la que otra vez pretende poner formalmente —en los hechos ya sucede— a la Guardia Nacional en la Secretaría de la Defensa Nacional.
Y la segunda: la ampliación a niveles inimaginables, en un gobierno y una candidata que se dice de izquierda, de la prisión preventiva oficiosa. El nuevo proyecto del Presidente aumenta el catálogo hasta el absurdo. Claudia aplaude.
Qué más puede hacer, me dirán, no se va a pelear con el Presidente. Ella no piensa así, dirán algunos que en ella confían, más allá de lo que ella misma diga.
¿No piensa así? Los más cercanos asesores en materia de seguridad de Sheinbaum son sus dos ex colaboradores. Omar García Harfuch es un buen policía, pero, como a todo policía, le gusta lo de meter gente a la prisión. Nomás vean los números. De la ex fiscal de la capital, pues qué decir, no hay delito que no se invente para guardar a alguien. Luego está el ex ministro Zaldívar, pero ahí uno ya no sabe ni qué pensar o qué piensa él.
Escribió el lunes Ernesto López Portillo: “Entre la capitulación civil en seguridad en México y la reelección de Bukele en El Salvador hay al menos un claro continuo: la inmensa mayoría de la sociedad acepta ceder el ejercicio de sus derechos a cambio de la seguridad”.
El entusiasmo de Claudia, su partido, su presidente, sus compañeros por meter gente a la cárcel no tiene costo electoral alguno, al contrario, gracias a la crisis de seguridad no resuelta… por ellos; la brutalidad de la prisión preventiva da más votos, como los militares a cargo, más allá de que nada solucionen.
Eso sí, Claudia debería pensar ya en construir la megacárcel, porque van a llegar muchos y muchas a prisión con las nuevas iniciativas que son “base sustantiva” de su programa.
Son de izquierda, humanistas, dicen.
*Publicado en Milenio, 7 de febrero de 2024