Carta para El Niño dios

Carta para El Niño dios 23 de diciembre de 2019

Francisco Flores Legarda

Chihuahua, Chih.

Habría que redactar un cuento de Navidad que sirviera de manual a la clase política y tomarle el pulso social a sus decisiones con base a lo que millones de ciudadanos experimentamos por estas fechas justo cuando el año ya se va y llega la hora de los balances pero también de los gastos.

 


El principio de la democracia que radica en la esencia de la participación individual de cada ciudadano, no nada más como defensor del voto,  sino también al ejercer derechos y obligaciones cívicas permite en la colectividad que la democracia perdure muy a pesar de que cada vez más ciudadanos se encierran en un ostracismo.

 


En los últimos tiempos hemos visto cómo en diversos países ha ido ganando espacio las fórmulas como los referéndums, consultas y plebiscitos llevados a cabo por el gobierno a fin de legitimar –con base a preguntar a la ciudadanía-determinadas decisiones de gran envergadura y que tendrán consecuencias sobre de la población.

 


En Suiza, por ejemplo, se recurre frecuentemente a esta fórmula directa de participación democrática (a veces cuestionada por el control que se tiene de la misma en todo el proceso) y no pocas veces ha sido su resultado lo que ha terminado tumbando una ley votada por su Congreso.

 


En 2017 se preguntó en un referendo a los suizos si querían que el gobierno subiera los impuestos a las empresas multinacionales instaladas en el país helvético… si bien el Parlamento  aprobó una ley para incrementar los impuestos, 50 mil ciudadanos lograron que se hiciera un referendo y el resultado ha ido totalmente en contra porque el 60% votó que no.

 


Y no es la primera vez que los suizos sorprenden con sus decisiones: dieron su no mayoritario a tener más vacaciones de 4 a 6 semanas; dijeron que no a subirse el salario mínimo y otra negativa ciudadana a la idea social del gobierno de implementar una renta mínima universal para todos en Suiza.

 


El mes pasado tuvieron otro referendo. Esta vez se les preguntó su opinión acerca de “anteponer la Constitución suiza al Derecho Internacional” y también sobre “consagrar en la Constitución los subsidios a los ganaderos que preservaran los cuernos de su ganado”.


En Francia, el presidente Emmanuel Macron, presionado por el movimiento social de los Chalecos Amarillos, tras su sexto fin de semana de protestas ofreció realizar una serie de consultas populares a sus políticas económicas.

 


Y en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador, hará de las consultas, y muy seguramente de los referendos, su mano derecha para gobernar en el actual sexenio.

 


A COLACIÓN

 


En estas fechas debería haber un plebiscito obligado que terminase enviando a muchos políticos a sus casas, despedidos, por el fracaso de su gestión política.

 


Especialmente hay dos meses del año  llenos de gastos y donde más se resiente el tirón económico en el bolsillo de las personas: diciembre y enero con su famosa cuesta.

 


Si una persona empezó el año y lo terminó en peores circunstancias, ¿quién tiene la culpa? ¿Es únicamente obra del fracaso y de la frustración del afectado? 

 


Ahora mismo hay muchas personas viviendo agrias navidades no tienen aguinaldo, se han quedado sin trabajo, con la incertidumbre de un nuevo año por comenzar.

 


Muchos que no tendrán una cena en familia, ni siquiera tienen un hogar confortable, ni sus hijos esperan un regalo de Santa Claus, su situación socioeconómica no ha mejorado en el pasado inmediato y sus esperanzas de presente están contaminadas por esa baja autoestima que te atrapa cuando llevas mucho tiempo sin romper el círculo vicioso de no tener un trabajo, ni un ingreso estable, ni constante.

 


Esto es muy doloroso y es nuestra realidad, amigo lector salga  a la calle ahora mismo, mire su entorno y en medio de caras de felicidad, de gente comprando y festejando hay muchísimas personas con una vida precaria.

Ése es el cuento crudo de Navidad, uno que no está construido de relatos inventados con finales almibarados, los referendos se deberían hacer en diciembre o en enero y deberían servir para cesar a los malos políticos a los pésimos funcionarios que no cumplieron lo que prometieron. ¡Un abrazo enorme amigo lector!

Salud y larga vida.

 


Profesor por Oposición de la Facultad de Derecho de la UACH