Chihuahua, Chih.
En el ámbito federal, dada cuenta que se está en presencia de una contienda presidencial, por mandato constitucional las campañas electorales tendrán una duración de tres meses.
Sin embargo, en Chihuahua, la etapa de intercampaña se prolongará hasta el 24 de mayo, ya que no hay contienda por la gubernatura. Luego, los candidatos partidistas locales asumirán -durante los próximos 55 días- el vergonzoso papel de mudos testigos de la contienda presidencial federal.
Mientras tanto, todos los candidatos presidenciales y candidatos al Congreso de la Unión (senadores y diputados federales) harán campaña durante 90 días. Dada la crisis económica que padece, hoy en día, nuestro país, yo me pregunto: ¿Acaso no es más prudente que las campañas de los candidatos a senadores sean de dos meses y la de diputados federales de un mes?
Recordemos que la reforma al Art. 41 constitucional en el año 2017, en lo relativo a la duración de las campañas electorales modificó su redacción, en los términos siguientes: “La duración de las campañas en el año de elecciones para Presidente de la República, senadores y diputados federales será de noventa días; en el año en que sólo se elijan diputados federales, las campañas durarán sesenta días. En ningún caso las precampañas excederán las dos terceras partes del tiempo previsto para las campañas electorales”.
Por desgracia, durante los últimos cuatro procesos electorales federales los partidos políticos ha conservado este indigno privilegio; sin que, a la fecha, existan indicios de un cambio de actitud tendiente a reformar la Constitución Federal para reducir los plazos de las precampañas y campañas electorales; así como para reducir las reglas del financiamiento público.
La Constitución Local de nuestro Estado tiene una redacción más apropiada, dando oportunidad para que la legislación reglamentaria electoral establezca una diferenciación temporal de las campañas electorales: “La duración de las campañas en el año de elecciones para Gobernador, diputados y miembros de ayuntamientos, no podrán exceder de noventa días; en el año en que sólo se elijan diputados y miembros de ayuntamientos, las campañas no podrán exceder de sesenta días. En ningún caso, las precampañas excederán las dos terceras partes del tiempo previsto para las campañas electorales”.
A mi parecer, la homologación de la calendarización electoral -ordenada por el INE- fue planeada, de manera dolosa, para que los comicios locales no opacaran las campañas electorales de los candidatos presidenciales. Semejante absurdo electoral fue avalado por la Sala Superior del TEPJF.
Porque a excepción de las entidades federativas donde se elige al Gobernador y en las que la duración de las campañas son de 90 días (Jalisco y Guanajuato), en el resto de los comicios locales, las campañas electorales inician hasta mayo. En Chihuahua, la legislación electoral dispone que la duración de las campañas electorales de diputados locales y miembros de ayuntamientos será de 35 días.
A simple vista se puede apreciar que el Legislador local siguió la tendencia federal al homologar los plazos de duración de las campañas electorales, sin considerar la extensión geográfica de los distritos electorales, ni mucho menos la población de los municipios de nuestro Estado.
Imagínese, amable lector, ¿Qué van a hacer los candidatos de los municipios serranos y rurales durante 35 días de campaña? Es muchísimo tiempo. Cuando 20 días serían más que suficientes. Lo mismo acontece en los distritos electorales de Delicias y Cuauhtémoc.
Pero, en fin, la legislación electoral tanto federal como local, está plagada de absurdos electorales. Al extremo de que los candidatos a diputados federales de los distritos ubicados en las manchas urbanas (Juárez y Chihuahua) deberán hacer campaña durante 90 días. Yo me pregunto: ¿Qué diablos van a hacer esos candidatos(as), sin dinero, en todo este tiempo que les va a resultar eterno?
Por lo pronto, estaremos atentos de las ‘promesas del corazón’ que habrán de expresar, durante las próximas semanas, todos los candidatos presidenciales.
Y teniendo el precedente de Javier ‘El Cesarín’ Corral, estamos prestos para iniciar una encuesta para premiar la promesa más ocurrente e imposible de cumplir. Se aceptan apuestas y sugerencias…