Chihuahua, Chih.
- Sorpresa, Morena adelante, salvo en Chihuahua, en la senaduría y las alcaldías más pobladas
Si bien la derrota del PRI en el Estado de México, con todo y su alianza con el PAN y el PRD, es histórica, lo pondrá en el brete de ver si puede mantenerse como partido, ahora que se enfrentará al hecho de no disfrutar del privilegio de estar en el poder.
Lo que ya ha sucedido en muchos estados, que el PRI se colocó como partido de oposición y sin las prebendas del poder. Podrían argüir que ya en 2012 lograron regresar al poder, sin embargo, luego de la derrota del 2000, ante Vicente Fox, mantuvieron un buen número de gubernaturas, legislaturas locales y alrededor de 1,700-2,000 alcaldías en todo el país.
Hoy todo es diferente, solo gobierna dos entidades, obtenidas en alianza y no es mayoría en ninguna legislatura.
El viejo partido de Estado forma parte del pasado.
Otro parece asomarse, con el empuje del extendido rechazo popular a aquel pasado de corrupción y la muy grande aceptación por su líder, Andrés Manuel López Obrador.
Morena enfrentará una situación inédita: Convertirse en el nuevo partido hegemónico del sistema político mexicano, sin emular a su antecesor.
El reto estriba en si podrá convertirse en un auténtico partido político y no depender, como hasta ahora, de la figura emblemática de López Obrador y del uso desmedido de los recursos públicos para favorecer a sus candidatos, como ocurrió en el EdoMex, en la que la participación de los distintos gobiernos morenistas de los estados vecinos fue inconmensurable.
Del mismo modo como ahora lo reflejan los cientos, y acaso miles, de anuncios espectaculares en las que las “corcholatas” se placean usando, además de los recursos públicos, las engañifas por medio de las cuales pretenden engañar a la sociedad, publicitando su macro imagen en las portadas de revistas o publicaciones prácticamente inexistentes, así como los actos proselitistas enmascarados con el sambenito de que son actos de gobierno, de sus respectivas responsabilidades.
Estos dos partidos tienen entre sí una diferencia, enorme.
Mientras el antecesor del PRI, el Partido Nacional Revolucionario (PNR) nacía desde el poder, generado, sobre todo por ser los triunfadores de la Revolución Mexicana; Morena, en cambio, nace directamente de la oposición, como heredero de la participación electoral del Partido Comunista Mexicano y de los partidos que lo acompañaron, primero, en la Coalición de Izquierda, que contendió bajo el registro electoral del Partido Comunista, luego en el PSUM, el PMS, el PRD, separarse de este partido y dar origen a Morena, que obtuvo su propio registro electoral en 2014.
La contienda del EdoMex los mostró, a ambos, con características muy semejantes en el uso del poder para obtener, o mantener las posiciones electorales.
Además, se esperaba que el panismo apareciera como la principal fuerza de la oposición; no lo fue.
Morena sacó una dolorosa experiencia: Si se dividen, pueden perder, o pierden. En Coahuila perdieron -quizá- fundamentalmente por eso.
Antes, en 2021, en San Luis Potosí el Verde decidió contender por su cuenta y ganó. También se dividieron.
Ahora ya lo saben, si van divididos, pueden perder, cosa que también sabe el presidente y por eso llamó a los morenistas, les dictó las reglas y marcó los tiempos de la sucesión.
Es igual para la oposición, para esta más pues se advierte un crecimiento de la percepción social de que quien puede ganar el 2024 es Morena, y ya lo reflejan algunas encuestas.
Hay un dato que debiera poner a temblar a los suspirantes de Morena, y no solo los presidenciables: La absoluta mayoría de las empresas encuestadoras se equivocaron en el EdoMex.
Casi ninguna se equivocó en la ganadora, pero la absoluta mayoría falló garrafalmente en el margen de triunfo de Delfina, casi todas la daban como ganadora por ventajas del alrededor del 20%. Triunfó por 8.3%
Se salvaron las empresas Rubrum, Massive Caller, La Encuesta Mx y México Elige, cuyo margen de error entre la encuesta y el resultado de la votación fue de 1 o 2 puntos.
Todo lo anterior está en el fondo de la disputa del 2024, la más grande de la historia, en la que están en juego, además de la presidencia, las diputaciones federales, las senadurías, 9 gubernaturas, las elecciones de 31 congresos locales y la de los municipios de 25 estados.
Se antojan lejanas las elecciones, lo cierto es que estamos a unas semanas de que inicien los procesos electorales y estos no son, solamente, los tiempos contemplados en la legislación electoral, sino los movimientos, agrupamientos y posiciones internos de los partidos en los que los aspirantes buscan, por todos los medios, convertirse en los más populares.
La derrota del PRI en EdoMex a manos, sobre todo de Morena, vista a detalle, no debió ser sorpresiva.
La historia electoral en esa entidad, en lo que va del presente siglo, nos muestra que ya desde el año 2005 el nuevo grupo gobernante en el país lograba el 24% de los votos llevando como candidata (con el registro del PRD) a Yeidckol Polevnsky, Secretaria General del Comité Nacional de Morena con AMLO; en 2011, Alejandro Encinas, hoy subsecretario de derechos humanos de la Secretaría de Gobernación, obtuvo el 20% de los votos y seis años después, en 2017, su ahora triunfadora candidata, Delfina Gómez, perdía frente a Alfredo del Mazo por una diferencia de 2.3%.
Es decir, hay una historia que muestra a esta fuerza en franco ascenso en los últimos 18 años
Además de su derrota, el PRI alcanzó cerca del millón 800 mil votos, suficientes para llegar al 28% de la votación, no lejos del 33% del 2017.
Importa asentar que en las del 2005 fueron las últimas en las que el PAN fue la oposición local más fuerte, de ahí en más devino un declive electoral, muy parecido al sufrido por ese partido en Juárez.
Importa detenerse en otra sorpresa, la de la votación por el PAN, que aparecía como el partido que captaría el rechazo de la sociedad al gobierno de AMLO, puede que así suceda en las elecciones presidenciales, pero ahora, tanto en Coahuila, como en EdoMex, no lo fue.
En la primera sólo alcanzó ¡El 6.86% de los votos! Y en EdoMex, fue avasallado al obtener solamente el 11.29%, semejante al del 2017, en el que alcanzó el 11.27.
El abstencionismo en esas dos elecciones no fue sorpresivo, el electorado se comportó de acuerdo con el del resto del país, en elecciones estatales; en Coahuila fue del 44% y en EdoMex, del 50.
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LO LOCAL.- El año entrante estarán en juego, en Chihuahua, todos los puestos de elección popular, salvo el de gobierno del estado.
Quienes aspiran a las alcaldías de las dos principales ciudades chihuahuenses, así como los aspirantes a las senadurías y las diputaciones federales tienen en sus rutas críticas tales posiciones, en el rumbo de la gubernatura en 2027.
De ahí que Marco Bonilla (PAN), de Chihuahua y Cruz Pérez Cuéllar, (Morena), aparezcan en el primer lugar de los favoritos, si logran alcanzar la candidatura, primero, y luego, reelegirse en las alcaldías.
No serán los únicos tiradores, especialmente en Morena, en donde el delegado federal, Juan Carlos Loera, ya develó su aspiración a contender por la presidencia municipal de Juárez.
En cambio, en Chihuahua Marco Bonilla pareciera ir en caballo de hacienda, en la candidatura, y con ventaja frente al partido de enfrente. En cambio, en Juárez, la ventaja de Morena es tan grande que prácticamente a quien postule, ganará.
Parecía tan lejano, pero en un año estaremos saliendo de la elección y Maru habrá llegado a la mitad de su mandato, ya con un nuevo presidente (a) de la república.
Por ello, este lapso, de aquí a septiembre, habrá deslindes, soterrados enfrentamientos, pronunciamientos y un sinfín de actividades de los suspirantes.
Massive Caller, una de las empresas más acertadas en EdoMex, ha publicado que en Chihuahua, el PAN tiene el 46% de las preferencias electorales; Morena el 31; PRI 5 y MC 3.
A su vez, en Juárez, Morena liderea con el 56%; PAN 15; PRI 6 y MC 6. Aquí, da cuenta de un empate técnico entre Juan Carlos Loera con el 35.1%; y Cruz Pérez Cuéllar con el 32.9.
La sorpresa, por lo menos en estas encuestas, es que Morena es la lideresa en:
Cuauhtémoc, Morena 39.9; PAN 22.6; PRI 9.6; MC 2.1
Delicias, Morena 38.7; PAN 27.6; PRI 8.8; MC 5.3
Parral, Morena 33.3; PAN 14; MC 13.1; PRI 12.1
Además, en las preferencias electorales al senado, Morena alcanza el 40.6%, por el 36.2 del bloque opositor PAN-PRI-PRD
¡Arrancan!
*Columna de Plata-APCJ: 2008, 2015, 2017, 2022 y 2023
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