Chihuahua, Chih.
“Siempre elige la forma más difícil: en ella no encontrarás oponentes”: Gral. Charles de Gaulle. (Presidente de Francia 1958-1969).
Luego de un largo período de transición, María Eugenia “Maru” Campos Galván finalmente tomó posesión como gobernadora del estado. En un evento que podría catalogarse como sui géneris, pues realizó la consabida juramentación en la frontera norte -a contrapelo de sus antecesores, que solían realizarla en los poderes asentados en la capital del estado-, Maru Campos dio destellos de lo que podría ser su estilo personal de gobernar (Daniel Cosío Villegas, dixit), mismo que, de alguna manera, ya había develado durante el cuatrienio en el cual se desempeñó como alcaldesa de Chihuahua.
A mi juicio, su discurso de asunción presenta visos de esperanza y pragmatismo, pues, aunque repite la famosa frase de que no le fallará al estado, ha planteado herramientas para sacar al estado avante, en un corto, mediano y largo plazo.
Ejemplo de ello es la reestructuración y una cuidadosa estrategia hacendaria para hacer frente a una entidad recibida en quiebra técnica y cuyos egresos cuasi superan a sus ingresos.
Para hacer frente a tal adversidad, anunció la conformación de un Consejo Hacendario estatal; además de medidas para estimular la inversión, allegarse de recursos, y conseguir equilibrar la balanza de pagos estatal con rumbo a la mitad de su gestión.
Aunado a ello, Campos planteó el ejercicio de un gobierno humanista, dejando ver que la salud será relevante en el curso de su administración.
Con respecto a los integrantes de su gabinete legal y ampliado, puedo decir que Maru Campos reclutó buenos perfiles, algunos de ellos viejos conocidos quienes han destacado por sus labores en otras trincheras.
Destaca el caso de César Jáuregui, quien, tras su paso por la Secretaría del Ayuntamiento de varios municipios (Chihuahua, Delicias y Juárez) ahora será el responsable de la política interna a nivel estatal.
Caso similar a la actual alcaldesa interina, María Angélica “Manque” Granados quien, tras llevar a cabo una relevante labor en la Dirección de Fomento Económico y Turístico del Gobierno Municipal (y luego de suceder a Maru Campos desde que pidió licencia como alcaldesa), ahora arribará a la dependencia encargada de procurar las inversiones y de fomentar el turismo en el estado de Chihuahua; labor análoga a la cual realizó previo a su gestión como munícipe, y en la cual cuenta con experiencia, de acuerdo a su hoja curricular.
Casos semejantes como el del Comisario Gilberto Loya, Ignacio Galicia y Gabriel Valdez, quienes pasaron de labores municipales a un encargo estatal de mayor magnitud, aunque versado en una área similar a la de su competencia.
En el caso de Luis Gerardo Serrato, quien será el todopoderoso Secretario de la Coordinación del Gabinete, se trata de un foráneo (sonorense) quien, por encargo del CEN del PAN, arribó a Chihuahua como representante del mismo y, tras colaborar como encargado del proceso de transición, fue nominado a la posición que actualmente ocupa. Al parecer, entendió bien los modos de hacer política de Maru Campos y su grupo compacto.
Por otra parte, Maru Campos también incluyó en el gabinete a representantes de otros partidos.
Este hecho representa una ruptura paradigmática en sí misma pues, hasta la fecha, la tradición era que el partido ganador “se repartía el pastel entre los vencedores” y los vencidos quedaban excluidos del banquete. Al parecer, aquí tuvieron que ver las alianzas -formales y no formales- realizadas al calor de la campaña.
Destaca la nominación de Lilia Merodio (priista de larga data y contendiente por el PRD a una diputación en la campaña pasada) para ser la titular de Desarrollo Rural; Teporaca Romero (priista) como directora del Instituto del Deporte; Enrique Rascón, a la COEPI; y Pavel Aguilar (PRD) como subsecretario de la coordinación del gabinete.
Salvo Rascón, los tres cuentan con una importante trayectoria como legisladores y líderes políticos; además, Teporaca ha destacado en el deporte y en la lucha por los derechos de la mujer luego de concluir su encargo como diputada (2016).
En el caso de Aguilar, vendrá a ser la “cuota de izquierda” en un gabinete de coalición (pues Maru Campos fue candidata del PAN y del PRD) alcanzando un puesto que, si bien araña el segundo nivel, tendrá relevancia a la hora de conformar políticas públicas.
En el mismo tenor, Maru Campos cometió un acierto al nominar a un peso pesado de la salud, importado del centro de la República, como titular de Salud; al tiempo que hizo lo propio en la Secretaría del Trabajo.
Ahí sí habrá un relevante golpe de timón con respecto a la gestión anterior. Pero, donde difiero, es en la nominación del titular de la COEPI (Coordinación Estatal de los Pueblos Indígenas; otrora Coordinadora Estatal de la Tarahumara), pues, si Corral tuvo el tino de nombrar a una persona con gran experiencia en la materia en el sector (María Teresa “Pety” Guerrero), Enrique Rascón no tiene credenciales similares; hecho preocupante, pues la COEPI debe seguir teniendo una política transversal de atención a las comunidades serranas y originarias, y no sólo asistencialistas, como -en parte- adoleció la extinta Coordinadora de la Tarahumara.
Empero, ojalá el joven Rascón sorprenda y desee realizar bien la labor que se le ha conferido.
Finalmente, creo que Javier González Mocken podría realizar una buena labor como titular de la Secretaría de Educación y Deporte. Un punto a su favor es que trabajó mucho tiempo en la UACJ y fue catedrático de larga data. Conoce de las lides de la educación superior; pero no sabemos si pueda entenderse con el sector magisterial del estado. Le damos el beneficio de la duda.
Al parecer, y visualizando su retórica inicial, Maru Campos desea conseguir resultados, en lugar de arengas grandilocuentes. Ojalá, por el bien del estado, que su administración sea exitosa ¡Ya no estamos para más dispendio o para narrativas vacías!