Chihuahua., Chih

Lo que nos faltaba -si es que tuviésemos faltantes- nos lo proporcionaron los propietarios de la empresa Aras -y su enredijo de empresas y fachadas- que han estafado a un número aún indeterminado de chihuahuenses, a quienes les despertaron el apetito monetario, mediante el uso de una buena cantidad de estratagemas, a cual más de sofisticadas, sin que autoridad alguna, de ningún nivel de gobierno, se atreviera a, siquiera, darle seguimiento a unas operaciones y una actuación que de por sí deberían haber llamado la atención de las autoridades.

Ahora sabemos que miles de chihuahuenses, por mil y una razones, decidieron aportar una parte, o el total de sus ahorros, a fin de obtener pingües ganancias ofrecidas por el propietario de la empresa que más renombre ha obtenido en las últimas semanas, precisamente aquellas en las que corrían soterradamente las informaciones, de voz en voz, en las que se daba cuenta de lo que parecía el mejor negocio de las épocas recientes: Inversiones que auguraban utilidades del 10% mensual.

El futuro era extraordinariamente promisorio: Al 6o. mes de la inversión, con todo y las utilidades, si se reinvirtieran, alcanzarían ¡El 77%! 

Al cabo de un año de reinversiones las ganancias podrían rozar más del 200%.

¡Increíble!

Los propietarios de Aras recogieron, literalmente, el dinero a paladas, se habla de, por lo menos, mil millones de pesos, en los que, con toda probabilidad, van recursos de origen ilícito, de quienes buscan con denuedo “lavar” sus ingresos, además de, como ya lo estamos viendo, los ahorros e inversiones de un número muy grande de personas.

La capacidad de maniobra de los propietarios de esta empresa, liderados por quien se ostenta como el “CEO de Aras Business Group”, Armando Gutiérrez Rosas, quien, en español sería el Director General, es enorme.

En octubre celebró un evento en Juárez, con la participación del expresidente Felipe Calderón, de la gobernadora Maru Campos y de Gutiérrez Rosas, denominado “Foro Económico Visión Chihuahua”.

Llama más la atención porque el evento se celebró en asociación del Gobierno del Estado, “a través del Fideicomiso de Promoción Turística ¡Ah Chihuahua!”, el Grupo Aras y el grupo editorial Expansión, este último editor de la revista del mismo nombre y que tiene una importante influencia en los medios empresariales del país.

Sorprende la capacidad de visión de los propietarios de Aras que, en aras de obtener una mayor cantidad de recursos, no tuvieron empacho en invertir en fortalecer su imagen en la celebración de diversos eventos a fin de proporcionar un mayor margen de confianza a quienes se acercaban a depositarles sus recursos.

Hoy deberán afrontar las consecuencias, cuyo desenlace es incierto, pero que, al involucrar a un buen número de chihuahuenses, algunos de ellos con la decisión de acudir a todas las instancias a fin de rescatar sus recursos y que ya han presentado más de 200 denuncias ante la autoridad estatal y que ayer, en representación de 225 demandantes -ignoramos si son los mismos, ú otros, o van mezclados unos y otros- acudieron a las oficinas del delegado del gobierno federal, Juan Carlos Loera, a fin de obtener la participación de las autoridades federales en su ayuda, tales como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Fiscalía General de la República (FGR).

Además de presentar las denuncias correspondientes se requiere de la pronta intervención de tales autoridades, además de la Fiscalía General de la República, para obtener el arraigo de los responsables del supuesto fraude, además de asegurar los bienes inmuebles de esta empresa.

Todo lo anterior refleja, en parte, la absoluta desconfianza de muchos ciudadanos al marco legal existente, en materia financiera; en otros casos, a la desesperación originada por la situación económica; en algunos más a la ambición, despertada por un grupo de muy ambiciosos, voraces, cínicos y sagaces personajes que decidieron obtener ingentes cantidades, aprovechándose de todo lo anterior.

Le apuestan a que la aplicación de la ley, en asuntos de este tipo, será lenta, tardado, tortuosa e incierta para quienes invirtieron su dinero en Aras y sus empresas.

Además, las autoridades participantes en los eventos de Aras deberán deslindarse de lo que se ha convertido en el escándalo financiero chihuahuense de las últimas décadas.

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