Chihuahua, Chih.
Los componentes problemáticos (variables) y las coyunturas (contextos) de los problemas sociales son sumamente profusos, complejos y profundos, tal como lo es el problema del agua en Chihuahua. Lamentablemente, en los análisis que se han realizado en torno al problema del agua en Chihuahua hay una inercia hermenéutica que desemboca en un maniqueismo, que desde luego es un reduccionismo interpretativo. Estas formas de interpretar el problema del agua en Chihuahua se hacen presentes tanto entre los defensores del lópezobradorismo como entre quienes han simpatizado con los agricultores que defienden el agua.
Estos análisis han construido callejones sin salida en las maneras de interpretar el problema del agua en Chihuahua. No faltan muchos años para que en la región desértica en la que vivimos, el problema del agua llegué a un grado de emergencia regional y nacional.
La inercia reduccionista en las maneras de entender el problema del agua en el estado tienen que ver con una jalón epistemológico que ha arrinconado los análisis en el espacio de lo político y que ha dejado de lado otras miradas, otras maneras de entender el problema: históricas, antropológicas, ecológicas, geográficas, sociológicas, económicas, etc. Hay una politización consciente o inconsciente, que oscurece epistemológicamente las interpretaciones del problema del agua, que ha sido sometido a pasiones ideológicas y políticas que son analíticamente infructuosas.
En la complejidad de los movimientos sociales, ni todo es blanco ni todo es negro, ni todo es luminoso ni todo es oscuro. En el movimiento del agua en Chihuahua, no todo se circunscribe a una lógica dicotómica y maniquea PRIAN-Morena. Al momento de circunscribir los análisis a una lógica dicotómica que toma una dimensión maniquea, hay decenas, cientos de variables y matices que se omiten voluntaria o involuntariamente, racional o irracionalmente. En los análisis ideológicos y políticos sesgados o parciales se hacen presentes cegueras a las que Morín conceptualiza como "noosfera" y a las que Zizek conceptualiza como "fantasías ideológicas".
En términos morinianos, hay que elaborar críticamente territorios para analizar los componentes “noosféricos” que llevan a las "cegueras epistemológicas". En términos zizekianos, desde el plano de la ideología hay que ser capaces de "atravesar la fantasía ideológica" desde una perspectiva crítica, aunque la realidad se nos estrelle como un portazo de la historia en la cara.
Hay que poner el acento en las decenas y cientos de variables del problema del agua en Chihuahua que no han sido analizadas con suficiencia, que se configuran problemáticamente en sus componentes: históricos, antropológicos, ecológicos, geográficos, sociológicos, económicos, políticos, etc. Hay que analizar el problema del agua en Chihuahua desde una perspectiva teórica y metodológica complejizante, a partir de los aportes del pensamiento complejo de Edgar Morín y de la dialéctica de Carlos Marx.
Desde una perspectiva marxista, hay un ensayo reciente de David Harvey en el cual se analiza la dialéctica. La lectura de este ensayo puede ayudar bastante para generar un análisis complejo y dialéctico del problema del agua en Chihuahua: https://revistas.urosario.edu.co/.../35755981011/index.html