Chihuahua, Chih.

Aprobaron el plebiscito, hoy lo repudian

Luis Javier Valero Flores

Son de una incongruencia que espanta.

Sorprende aún más que sigan haciendo la política de siempre, la que los llevó hasta el momento en el que se encuentran sus partidos, a la cuasi desaparición, o a punto de convertirse en partidos “testimoniales”, de cifras de votación menores al 10%.

La mayoría de los diputados, miembros de la Comisión de Programación, Presupuesto y Hacienda Pública del Congreso del Estado, aprobó que el Pleno del Poder Legislativo discuta, y eventualmente apruebe, los proyectos de financiamiento, para la sustitución de todo el alumbrado público de los municipios de Chihuahua y Ciudad Juárez.

Se habla que para intentar aprobarlos no esperarán al siguiente período de sesiones -en septiembre- sino que convocarán a un período extraordinario a fin de obtener su aprobación, por mayoría calificada de los diputados presentes al momento de la votación.

Si acudieran todos, será necesario que lo aprueben 22 de los 33 diputados de Chihuahua, para lo que implica la participación, aprobatoria, de diputados de varios partidos, más allá de los panistas -que han expresado, por lo menos la mayoría, que votarán a favor- pues sus votos no bastan y entonces deberán conjuntar, otra vez, apoyos de una parte de los priistas, del PVEM, MC, PT y del PES.

La novedad es que en la Comisión de Presupuesto, el diputado Misael Máynez, cuestionado coordinador del PES, votó en contra de los proyectos de alumbrado, a pesar de que en las votaciones más importantes ha votado con el partido gobernante en Chihuahua, con la consecuente ventaja de haber obtenido, por lo menos, el usufructo de una camioneta de lujo, propiedad del Congreso, para su uso personal.

Así, por 3 a 2, Jesús Valenciano (PAN), Alejandro Gloria (PVEM) y Rocío Guadalupe Sarmiento (MC) a favor y los diputados Misael Máynez (PES) y Miguel Colunga (Morena) en contra.

Pero el principal cuestionamiento es a la mayoría de los diputados, los que aprobaron la Ley de Participación Ciudadana, debido a que ni siquiera en esta primera coyuntura fueron capaces de comportarse de manera distinta al pasado y consecuentemente abrirse a las nuevas posibilidades y realidades del escenario político en Chihuahua y el país, en el que un cada vez número de ciudadanos se incorpora de alguna manera a la vida política -que no partidaria-, y entonces estimular la participación de la ciudadanía en estos ejercicios democráticos.

Incluso, pudieron actuar de manera muy pragmática -todavía lo pueden hacer- y dejar la decisión del Congreso para varios meses después, cuando estuvieran a punto de realizarse los plebiscitos y esperar el resultado para pronunciarse, una vez que la sociedad hubiese emitido su veredicto, porque pueden los diputados aprobarlos y darse el caso que fueran rechazados, o que sólo uno de ellos alcanzara la aprobación.

En cualquiera de los casos la decisión tomada por los ciudadanos sería la única válida, la aprobación del Congreso no detiene el plebiscito.

De lo contrario, al llevar los proyectos a la discusión del Pleno de los diputados pone a éstos de frente, no con los promotores del plebiscito, sino con el total de la sociedad chihuahuense pues muchos ciudadanos, con plena legitimidad, cuestionarán a los diputados que pretendan sustituirlos en la toma de decisiones.

Y es que siguen actuando como si el tsunami lopezobradorista no los hubiese avasallado. Ellos lo dicen, pero no se hacen cargo de ello, el presidente López Obrador sólo instrumento de millones de mexicanos para expresar su repudio a la vieja forma de hacer política, de los viejos y obsoletos partidos políticos.

Y estos siguen haciendo lo mismo de siempre.

Debieran preocuparse de su incapacidad para efectuar las lecturas correctas de las actuales tendencias de la sociedad mexicana.

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