Anaya y su desmemoria

Anaya y su desmemoria 26 de mayo de 2018

Carlos Fernández-Vega

Ciudad de México

-El pasado martes 22 de mayo, el columnista financiero de La Jornada, Carlos Fernández de la Vega, publicó la siguiente colaboración editorial. En ella devela los entresijos de la venta de Banamex y Bancomer. Muchos de los integrantes del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios fueron beneficiados, no sólo con la venta, sino con la exención de impuestos que les hiciera el gobierno del panista Vicente Fox.

Una mentira más del candidato panista Ricardo Anaya, lanzada en medio de los debates, esperando que el impacto inicial sea el perdurable, está resultando al revés.

Aquí les publicamos la columna de Fernández de la Vega:

"Ricardo Anaya, Canallín, se lo sacó de la manga y en pleno debate acusó a López Obrador: “Ahora resulta que estás muy orgulloso de haber vendido la banca a Estados Unidos y a España”. ¡Zas! ¿En serio Andrés Manuel es el responsable de extranjerizar instituciones financieras otrora nacionales? Sí, según el mendaz panista, quien, con la cara más dura, hizo la imputación.

La acusación del candidato panista apunta a la venta de Banamex a Citigroup (trasnacional financiera estadunidense) y de Bancomer al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA, trasnacional financiera española) en 2001 y 2004, respectivamente, cuando AMLO se desempeñaba como jefe de gobierno del entonces Distrito Federal, sin olvidar que las decisiones sobre el sistema financiero del país las toma, exclusivamente, el gobierno federal.

Por aquellos ayeres Anaya ya militaba en el blanquiazul y, se supone, sabía leer, de tal forma que debió enterarse que fue Vicente Fox, panista que por accidente de la política nacional terminó en Los Pinos (es decir, correligionario de Canallín), quien autorizó –libre de impuestos– la venta de las citadas instituciones financieras, de tal suerte que si desea reclamar por tal decisión que lo haga al ahora mariguanero y seguidor de José Antonio Meade.

El 17 de mayo de 2001 se conoció públicamente la venta de Banamex a Citigroup (“la venta del siglo”, como fue calificada) por la friolera de 12 mil 500 millones de dólares, por 100 por ciento de las acciones. En el caso de la venta de Bancomer al BBVA, el anuncio se difundió el 2 de febrero de 2004, y el precio de venta fue de 4 mil 100 millones de billetes verdes por 40.6 por ciento del banco (con este acuerdo la trasnacional española, que ya poseía 59.4 por ciento de Bancomer, se quedó con 100 por ciento de las acciones; en el primer semestre de 2000, con Ernesto Zedillo en la residencia oficial, esta trasnacional adquirió 32 por ciento de las acciones de Bancomer).

Y en ambos casos quedó claro, de acuerdo con el anuncio oficial, que “la transacción está sujeta a la autorización del gobierno mexicano y a la decisión que tomen los accionistas mexicanos de vender o no sus títulos”. Como se menciona líneas arriba, Vicente Fox ocupaba Los Pinos y Francisco Gil Díaz la oficina principal de la Secretaría de Hacienda, y ambos, de inmediato, aprobaron y celebraron la venta, por medio de la cual más de 50 por ciento de la banca otrora mexicana quedaba en manos extranjeras. Por su parte, los accionistas de Banamex y Bancomer de inmediato dieron el sí.

Así, los accionistas de Banamex se quedaron con 12 mil 500 millones de dólares (mitad en efectivo y un tanto igual en acciones de Citigroup) y los de Bancomer con 4 mil 100 millones de billetes verdes (sin considerar lo que obtuvieron en tiempos de Zedillo), mientras los mexicanos de a pie se quedaron con los pasivos que ambas instituciones mantenían en el Fobaproa (aprobado por priístas y panistas), los cuales, dicho sea de paso, no han dejado de pagar y seguirán pagando.

Lo mejor del caso es que, por decisión de Fox y de Gil Díaz (quienes también saldaron los pagarés del Fobaproa de forma adelantada, por algo así como 240 mil millones de pesos, en beneficio de los bancos privados), tales accionistas recibieron su carretada de dólares sin pagar un solo centavo de impuestos. Centavos más o menos, debieron pagar 3 mil 750 millones de dólares en el caso de Banamex y mil 230 millones en el de Bancomer. Casi 5 mil millones de billetes verdes que ni de lejos pasaron por el SAT.

Pero a Ricardo Anaya se le hizo fácil echar la culpa de ese saqueo a López Obrador: “Ahora resulta que estás muy orgulloso de haber vendido la banca a Estados Unidos y a España”, y se quedó tan tranquilo, amén de que no se animó a denunciar a quienes fueron los beneficiarios de la decisión fiscal foxista, que esos sí son reales y siguen medrando. Y si alguien presumió la inversión extranjera por la venta de Banamex y Bancomer, ese fue Vicente Fox, el presidente del partido de Anaya.

Cuando el 17 de mayo de 2001 se anunció la venta de Banamex a Citigroup, el presidente del grupo financiero era Roberto Hernández Ramírez (uno de los mecenas de Fox), a quien, junto con sus amigos, el gobierno salinista entregó (el 26 de agosto de 1991) dicha institución bancaria en el equivalente a cerca de 2 mil 800 millones de dólares, de tal suerte que entre una fecha y otra la tasa de ganancia fue de 446 por ciento, limpia de polvo y paja. Por cierto, Citigroup no sólo se quedó con Banamex, sino también se echó al bolsillo a Banca Confía.

¿Quiénes eran los accionistas de Banamex que fueron generosamente arropados por Fox y Gil Díaz? Entre otros, el propio Roberto Hernández, Alfredo Harp Helú, Lorenzo Zambrano (Cemex), Valentín Díez Morodo (Grupo Modelo), Daniel Servitje (Bimbo), el tóxico Germán Larrea (Grupo México), María Asunción Aramburuzavala, Rómulo O’Farril, Bernardo Quintana (ICA) y el chile de todos los moles, Claudio X. González Laporte.

En el caso de Bancomer (por cierto, además de esta institución, el BBVA se quedó con los bancos Probursa, Promex, Unión, Oriente y Cremi, y al igual que Banamex y Confía todas sus deudas terminaron en la panza del Fobaproa), los fiscalmente beneficiados por Fox y Gil Díaz fueron, entre otros, el ya fallecido Eugenio Garza Lagüera, Alberto Bailléres (el de la medalla Belisario Domínguez), Max Michel (Liverpool), José Antonio Fernández Carbajal (Femsa, yerno de Garza Lagüera) y Mario Laborín (fue director de Nacional Financiera y del Bancomext con Fox).

A ese grupo de accionistas, quedarse con Bancomer les costó alrededor de 2 mil 300 millones de dólares (cortesía del salinato). Años después se embolsó 4 mil 100 millones de billetes verdes sólo por la venta de 40.4 por ciento de las acciones.

Muchos de los empresarios citados forman parte del Consejo Mexicano de Negocios (antes Consejo Mexicano de Hombres de Negocios), a quienes les indigna que los califiquen de “minoría rapaz” (peje dixit). ¿Por qué será?

Por si fuera poco, cuando Banamex fue comprado por Citigroup, el saldo del Fobaproa-IPAB se aproximaba a 697 mil millones de pesos; al cierre de marzo de 2018, éste rozó un billón de pesos. Pero de todo esto, otro atraco a la nación, Ricardo Anaya nada recuerda.

Las rebanadas del pastel

Y mientras Andrés Manuel cuida su cartera, ustedes protejan la suya: ayer, el dólar se vendió a 20.20 pesos en Bancomer, 20.35 en Bancomer y 20.52 en CI Banco".

Twitter: @cafevega

D.R. [email protected]