Chihuahua., Chih
I.- El problema de las declaraciones de López Obrador en contra de la UNAM, no es lo que se afirma críticamente, sino los efectos generados por lo afirmado. Lo que declara el presidente sobre la Universidad Nacional Autónoma de México es una verdad, aunque no es una verdad completa.
No solo la UNAM, sino la totalidad de las instituciones de educación superior en su conjunto han sido transformadas por el neoliberalismo. Desde la década de 1980 hasta la fecha hay un proceso de neoliberalización de la educación superior en México.
Las universidades se han convertido en una fábrica de las ideas (la teoría) y de los técnicos (el personal especializado) que alimentan y retroalimentan el ímpetu neoliberal. El neoliberalismo ha conquistado, casi por completo, los diversos territorios de la educación superior en México.
Uno de los problemas derivados de las declaraciones de López Obrador, es la generalización. Las palabras del presidente actúan como un trascabo cuya pala se coloca a ras de tierra, para enseguida pisar el acelerador a fondo. El presidente barre por completo con la UNAM. Pero al interior de esta institución hay un cúmulo de maestros, trabajadores, alumnos y exalumnos cuya militancia en la izquierda los ha llevado a luchar de forma reiterada y persistente en contra del neoliberalismo.
La UNAM ha sido un semillero de las luchas de la izquierda mexicana hacia finales del siglo XX y principios del XXI.
Otro problema derivado de las declaraciones del presidente, tiene que ver con un proyecto educativo que plantee alternativas al neoliberalismo que predomina en la educación superior.
Una cosa es criticar al neoliberalismo al grado de la denostación, y otra cosa muy diferente es plantear alternativas al respecto.
En la 4T no hay un proyecto de educación superior consistente para desmontar las fuerzas neoliberales que han predominado en el currículum, la investigación y los procesos organizativos y administrativos de las universidades.
Más allá de las Universidades del Bienestar, el proyecto educativo de educación superior del actual gobierno resulta bastante limitado ante el predominio neoliberal que habita el espíritu universitario.
II.- De diferentes formas, en diferentes momentos, el presidente ha emprendido una política de guerra. Las conferencias mañaneras son una trinchera de batalla de la cual salen las declaraciones de guerra de la 4T.
Las palabras del presidente en contra la UNAM son una denostación. Sin diplomacia, ni sutileza alguna, López Obrador se lanza en contra de la máxima casa de estudios y la descalifica de manera ofensiva.
¿Por qué razones emprender una guerra en contra de la UNAM? ¿Por qué colocar a la UNAM entre el largo listado de los enemigos ideológicos de la 4T y de Morena, al lado del grupo Letras Libres, Nexos, Reforma, Proceso, etc.?
La política del actual gobierno se ha encargado de construir enemigos a destajo.
El problema no es el fondo (la lucha contra el neoliberalismo en general, y el neoliberalismo de la educación superior en específico) sino la forma (la confrontación a través de la denostación y la descalificación).
La belicosidad política del presidente es un tablero de jugadas que está plagado de incertidumbres y claroscuros. Los efectos de las declaraciones del presidente fueron inmediatos, aunque se proyectarán en el mediano y largo plazo.
La influencia de la UNAM en la ciudad de México y la zona conurbada es bastante significativa. ¿Cuántas antipatías y cuántos votos en contra de Morena traerán como efecto las declaraciones de López Obrador sobre la UNAM?
El presidente suele equivocarse.
Y cuando lo hace, hay que señalarlo de manera enfática.
No tiene sentido trata de justificar los errores que el presidente ha cometido al hacer uso de la tribuna en las conferencias mañaneras.
Quienes intentan justificar las declaraciones equivocadas de López Obrador durante las mañaneras, suelen quedar enredados en una cuerda con la que se asfixian a sí mismos.
Respecto a las equivocaciones de López Obrador, hay que tomar una distancia crítica.
Sencillamente, denostar a la UNAM es mucho más que darle patadas a un pesebre…