AMLO en EU: Crónica de un triunfo no anunciado y sorpresivo

AMLO en EU: Crónica de un triunfo no anunciado y sorpresivo 9 de julio de 2020

Hernán Ochoa Tovar

Chihuahua, Chih.

“Lo que las ideologías dividen al hombre,

el amor con sus hilos los une en su nombre.

(…)¿Qué saben Lenin y Lincoln del amor?

¿Qué saben Fidel y Clinton del amor?”

Ricardo Arjona. 

 


Hace casi cuatro décadas, Alan Riding, (escritor y periodista británico. Fue corresponsal en México durante mucho tiempo de The New York Times) que estuvo en nuestro país en la década de 1980, decía que México y los Estados Unidos éramos vecinos distantes, pues nos encontrábamos en las antípodas en los ámbitos económico, político y social. 

Muy probablemente, AMLO sepa ese dato. Y sin embargo, quiso darle un cariz distinto a su ida al vecino país del norte, rompiendo paradigmas y llevando a cabo acciones que no se animaron a realizar algunos ex mandatarios, quienes se ciñeron, de manera estricta, a las maneras permitidas y al protocolo establecido.

La primera novedad fue que, como se ha visto a lo largo de su sexenio, AMLO se negó a atravesar el espacio aéreo del país en una aeronave oficial. 

Como un peregrino que surcaba los aires, el Presidente llevó a cabo una larga jornada (con escalas) de México a Washington, previa llegada a Atlanta, por los azares de las conexiones en los vuelos. 

Este largo y sinuoso camino tuvo una recompensa inicial, pues le granjeó la atención de los medios de comunicación nacionales y extranjeros. Sergio Sarmiento decía, la víspera, que las visitas de los Presidentes de México no suelen llamar la atención de los veleidosos medios yanquis; pues, curiosamente, la ida de AMLO sí la llamó, y se convirtió en una especie de rockstar moderno que llegaría al aeródromo, y era recibido por tirios o troyanos en el sitio de llegadas. 

Además, una diferencia, con respecto a los mandatarios anteriores, fue que AMLO apeló -quizás en demasía- a la historicidad. Mientras los neoliberales se ceñían mucho a discursos enfocados en el desarrollo, la modernidad y el progreso, AMLO trató de encontrar los puntos en común entre México y Estados Unidos. 

Hizo pausas, para honrar a los próceres de ambas naciones, y hasta se permitió, previo arribo a la Casa Blanca, dejar una ofrenda floral en el monumento a Abraham Lincoln, reconociéndole su talante liberador.

Ya más tarde, teniendo a Trump a su lado en la sede del gobierno americano, el Presidente López Obrador realzó las coincidencias entre Lincoln y Juárez; Cárdenas y Roosevelt. 

En lugar de mencionar los retos comunes que enfrentan ambas naciones, el mandatario mexicano habló de la amistad y del respeto que, según él, ha profesado Trump a México. Por su parte, su homólogo americano se desvivió en elogios, y, sorpresivamente, terminó hablando bien de ese pueblo mexicano, al que años atrás había despreciado de manera olímpica. 

La cereza en el pastel, fue que terminaron signando una declaración conjunta, donde se habla del contexto en el cual arrancará el T-MEC, y los desafíos a los cuales habrán de enfrentarse ambas naciones en el presente y el futuro inmediato.

Probablemente, lo negativo de las alocuciones, fue que no hicieron referencia alguna a los problemas binacionales, que son muchos (tráfico de armas, migración, narcóticos, etc.) 

Sin embargo, tal vez fue una estrategia planeada con antelación, para poder tener al hombre del tupé (Trump) de su lado, y poder ir cumpliendo su agenda; aunque esto puede tener muchas y variadas lecturas, para bien o para mal.

En suma, creo que, rompiendo las ideas preconcebidas que existían, que fue una buena jornada para AMLO en la capital americana. 

Ojalá este sea un punto de inflexión y se anime más a salir allende México. Su discurso es disruptivo y merece ser escuchado en más escenarios políticos del orbe, en un mundo que se enfrenta a retos y cambios constantes.

 


CAE EL “AS DE OROS”.

El pilón de esta productiva jornada la coronó la captura de César D., ex gobernador chihuahuense quien tenía prófugo desde el inicio de la administración de Javier Corral (2016). Luego de una ardua lucha transexenal, se logró cristalizar tan anhelado objetivo. 

Huelga resaltar que, hasta hace unos meses, ciertos sectores culpaban al gobierno de AMLO de no cumplir, a carta cabal, su objetivo de combatir la corrupción. Rosario Robles y Juan Collado se habían convertido en especímenes aislados en un escenario que buscaba plantear una implícita vuelta de página. 

Sin embargo, con la caída de Lozoya, y ahora de DJ, AMLO puede decir que sí se está poniendo las pilas en el asunto. También, en un complejo escenario preelectoral, el gobernador Javier Corral ha logrado cumplir con uno de sus objetivos medulares de campaña, que era la captura del tristemente célebre As de Oros. 

Sin duda alguna, un mérito de ambos (estado y federación); de hecho, el propio gobernador resaltó, en entrevista con José Cárdenas, la voluntad y ayuda para cristalizar tan anhelado objetivo. Ello tendrá un impacto en lo inmediato y lo posterior, lo electoral incluido, por supuesto. 

Sin embargo ¡el miércoles fue un gran día para AMLO y para Corral¡ Ello es indiscutible.

Hernán Ochoa Tovar

Maestro en Historia, analista político.