Chihuahua, Chih.
Podrían ubicarse en otro contexto, fuera del entorno electoral, pero lo cierto es que las declaraciones del gobernador Javier Corral, en las que insiste en llevar ante los juzgados a quienes hubiesen cometido delitos en el contexto de los presuntos delitos cometidos en el sexenio de César Duarte no tiene más destinatario que la precandidata Maru Campos.
Sorprende que a estas alturas de la contienda interna del blanquiazul aún se esté enviando mensajes de este calado, que en una competencia tan reñida como se está avizorando puede llevar a que el abanderado del blanquiazul pierda 3-4 puntos en las preferencias electorales, lo que lo puede llevar a perder, no sólo la contienda al gobierno de Chihuahua, sino, también, otros cargos de elección, entre ellos, los que serán muy importantes, los de las diputaciones locales.
Quienes estarán de plácemes serán quienes integran el grupo dirigente de Morena en el estado pues a la suma de los seguidores del alcalde juarense -Armando Cabada, que será candidato a diputado plurinominal y que tal hecho podría llevar a que algunos miles de votantes juarenses lo sigan en esa nueva aventura- debemos añadirles los que, desencantados de la lucha interna en el PAN pudieran optar por los abanderados de Morena.
Y es que las fraseé Corral no dejan margen a la duda: “Ninguna candidatura de ningún partido va a blindar a nadie de responder por sus actos ante la justicia y nosotros vamos a cumplir nuestro compromiso de combatir la corrupción, caiga quien caiga”.
“… nada va a variar, nada cambiará ni modificará, nuestra voluntad política de llevar ante la justicia a presuntos responsables de actos de corrupción pasada o presente”.
Y lanzó frases que, dados los tiempos y el entorno político local, que debieron ser lanzadas en los primeros años de su gobierno, nadie las cree: “no vamos a condicionar, en modo alguno, nuestro deber a cuestiones electorales, no lo vamos a hacer en ningún caso con ningún partido”.
Y anunció que pase lo que pase, las estrategias de ampararse (en obvio señalamiento a Campos), que buscan dilatar “hechos que tarde que temprano se van a producir”.
¡Orale!