¿Serán indispensables los militares?

¿Serán indispensables los militares? 21 de noviembre de 2018

Gustavo de la Rosa Hickerson

Chihuahua, Chih.

El plan de paz y seguridad del nuevo Gobierno incluye elevar de 40 mil a 100 mil los elementos activos de las fuerzas policiacas federales, pero no soy fundamentalista para considerar que toda intervención militar en tareas de Seguridad Pública es buena o mala (pues la búsqueda de soluciones a los problemas de la delincuencia es gris y matizada); en 20 años de actuar cotidianamente en defensa de los derechos humanos he aprendido que los actos más heroicos o perversos son posibles de la misma persona y las mismas instituciones.

Sin embargo, hay instituciones que tienen una lógica de operación inherente a sí mismas, como el Ejército (Marina incluida) y la Policía, (que busca controlar a la delincuencia civil y cuya perspectiva puede imponerse tanto a la de corporaciones civiles como militares); en estos casos lo que interesa es el trabajo y los objetivos que persigue cada una con su actuación cotidiana.

Esta es la gran duda que nos provoca el anuncio de la Guardia Nacional integrada por militares: ¿cuál será la lógica operativa de la Guardia Nacional?, ¿será policiaca o militar? No me atrevo a adelantar una respuesta sin antes ver su funcionamiento, composición y cadena de mando.

Me preocupa de entrada entender quién mandará en la nueva corporación; se sabe que el presidente será la punta de la pirámide, ¿pero lo hará a través de un mando militar, o la línea de mando será del presidente al secretario de Defensa y de ahí al jefe de la Guardia Nacional? Parecen reflexiones innecesarias, porque una respuesta fácil nos dice que mande quien mande será un militar a fin de cuentas, pero no es así de sencillo.

Si la línea de mando es directa del presidente al director de la Guardia Nacional, los esquemas dominantes de planeación y ejecución del quehacer cotidiano tendrán como objetivo el policiaco y sólo se tratará de cumplir con la tarea de combatir a la delincuencia, pero si la línea de mando inmediata sobre el director de la Guardia Nacional es el secretario de la Defensa Nacional entonces la práctica de la corporación será más bien militar.

El combate a la delincuencia sigue diversos modelos que pueden aplicarse con policías civiles o militares, pero la perspectiva de los militares con relación a los delincuentes es de confrontación y sometimiento, o extinción.

Otra pregunta, ¿por qué los mandos de la Guardia Nacional serán militares, dependientes de la Secretaría de defensa Nacional, y no civiles? En Europa los más altos mandos militares son civiles y esa es la tendencia mundial para que los militares no funcionen como un cuerpo autónomo con identidad propia y líneas de mando internas distanciadas de las demás instituciones del Estado. En México parece que se está haciendo un diseño inverso: las instituciones que normalmente son comandadas por civiles ahora serán comandadas por militares.

En el nivel cotidiano, y dentro de los cuerpos cuya dinámica disciplinaria es vertical y contundente, es muy importante saber quién manda y quién es el mandado; y aunque puede haber muchas razones para que el Gobierno de AMLO actúe así, recuerdo una frase de la universidad, “las bayonetas sirven para muchas cosas, menos para sentarse en ellas”.