Chihuahua, Chih.
En la recta final del proceso electoral en curso, partidos políticos y medios de comunicación han insistido que la opinión pública se ha polarizado, esto es dividido en dos extremos opuestos en esta contienda electoral.
Adicionalmente se asevera que esta presunta polarización está generando una aguda crispación social, esto es, irritación, exasperación y enfurecimiento de los ciudadanos en contra de unos u otros partidos y candidatos.
Desde mi modesto punto de vista ambas aseveraciones son falsas. Cierto es que la contienda electoral ha generado una confrontación política de muy bajo nivel entre los aspirantes a la presidencia de la República, que se han acusado de todo y descalificado mutuamente.
Lo es también que existe un enojo y hartazgo social profundo en la mayoría de los mexicanos, que el Presidente Enrique Peña Nieto, interpreta como una autoflagelación del pueblo mexicano que, en su opinión, se lastima, desprecia y crítica así mismo, sus instituciones de gobierno y los avances del país.
La contienda electoral empero, dista mucho de estar polarizada como quieren hacernos creer partidos, candidatos, medios de comunicación y los oligarcas que pronostican una calamidad política, si no se mantiene el status quo.
El periódico Reforma dio a conocer el miércoles pasado los resultados de una encuesta de preferencias para las elecciones a Presidente de la República, que deja en claro que la famosa polarización y crispación social de la que tanto se habla, es en realidad una estrategia propagandística cuya finalidad es intimidar y generar temor entre los ciudadanos e incluso inhibir el voto.
Las encuestas han dejado en claro que la supuesta polarización electoral no ha tenido en lo absoluto ningún impacto en la intención del voto.
El candidato puntero desde el inicio de la contienda de la coalición Juntos haremos Historia, no solo se mantiene como tal sino que se consolida su ventaja electoral mes con mes.
Mientras que en la encuesta del 2 de mayo. Amlo tenía un 48 por ciento de las preferencias electorales, en la levantada entre el 24 y 27 de este mes, alcanzó el 52 por ciento, esto es 4 puntos más.
Ricardo Anaya, candidato de la Coalición Por México al Frente, que ocupa el segundo lugar de las preferencia electorales decayó cuatro punto al descender el del 30% al 26 % , mientras que José Antonio Meade, candidato priista, subió de 19% al 21 por ciento de las preferencias electorales, esto es un dos por ciento.
El candidato “independiente” Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, que por cierto ha sido sancionado por financiar su candidatura con recursos irregulares, logró pasar del 2 al 3 por ciento en las preferencias electorales.
No se deje confundir. Es claro que los mexicanos tienen ya definida su intención de votos; el malestar social se va expresar de forma contundente en las urnas y no en la violencia callejera como quieren hacernos creer. Hay que demostrarle al sistema que el pueblo de México no se auto flagela. Se reorganiza y revive.
