Chihuahua, Chih.
¿En realidad se trata de una estratagema del gobernador Javier Corral para incidir en la disminución de las preferencias por los alcaldes de Chihuahua y Juárez, Maru Campos y Armando Cabada?
De las respuestas vertidas en los pocos días posteriores a la resolución del Instituto Estatal Electoral, sorprenden las de los dirigentes empresariales y las del alcalde juarense, Armando Cabada.
Se oponen al plebiscito.
El rechazo de los dirigentes empresariales los devela escandalosamente. En especial al dirigente de Coparmex Chihuahua, Federico Baeza, quien adujo que “Es un tema donde hay mucha infraestructura, conocimiento técnico, financiero y matemático, que la ciudadanía no tendría la capacidad de entender…”. (Nota de la Redacción, El Diario de Chihuahua, 25/VI/19).
¡Qué lógica!
La sorpresa no es sólo por el pronunciamiento, sino por el organismo que preside, que se había distinguido en las etapas previas por ser un férreo promotor de este tipo de procedimientos democráticos.
Del mismo modo se pronunció el presidente del Consejo Coordinador Empresarial en la ciudad de Chihuahua, Francisco Santini, quien “consideró que dispensar recursos para la consulta ciudadana resulta ocioso, y no beneficiará a las instituciones, organizaciones civiles involucradas ni a la ciudadanía”. (Ibídem).
Cosa contraria ocurrió con el equipo gobernante del municipio de Chihuahua. El Secretario, César Jáuregui, expresó la que puede ser la más correcta de las posturas. En lugar de oponerse al plebiscito, lo aplaudió.
Hacen bien, salen ganando. Si el plebiscito llegase a celebrarse, en cualquiera de los dos escenarios, políticamente saldrían ganando quienes gobiernan la capital del estado: Si gana el “No” al proyecto de “Iluminemos Chihuahua”, entonces Maru Campos podrá decir que se atiene a la decisión de la gente, y si por el contrario, ganase el “Sí”, entonces su proyecto saldría legitimado.
Ganan en cualquier escenario.
De ahí que no se entienda la postura del grupo gobernante en Juárez, que le apostó al litigio, al anunciar que impugnarán la decisión del organismo electoral.
Por si fuera poco, cometieron -aparentemente- una enorme equivocación jurídica pues aducen que la presentación de la solicitud realizada ante el IEE debió ser acompañada por la firma de más de 5 mil ciudadanos.
No, la recaudación de las firmas es en un segundo momento (por ello el plazo de 90 días para que las recaben), cuando ya el órgano electoral determinó que los solicitantes tenían derecho a hacer la solicitud por lo que les autorizó a recabar las firmas necesarias, que demuestren la simpatía de otros ciudadanos y que, por tanto, demuestren que la consulta es justificada, no sólo desde el punto de vista “técnico” del IEE, sino desde el de una parte de la sociedad y que, por ese motivo, se pretende que sea la totalidad de ésta la que se exprese acerca del diferendo.
Otros son los problemas de los plebiscitos aprobados: Las reglas de operación, los espacios en medios de comunicación para la difusión de las posturas y, sobre todo, de las preguntas, etc.
Y el principal de los problemas será el texto de las preguntas. Carecen de claridad.
Estas son.
Juárez:
“¿Debe mantenerse la autorización del Proyecto de Alumbrado Público “JUÁREZ ILUMINADO” aprobado el siete de mayo de dos mil diecinueve por el Ayuntamiento de Juárez?”.
Chihuahua:
“¿Estás a favor del acuerdo aprobado por el Ayuntamiento de Chihuahua el 26 de abril del 2019, denominado “Iluminamos Chihuahua” que autoriza concesionar la prestación del Servicio de Alumbrado Público del Municipio de Chihuahua por un máximo de 15 años?”.
¿Porqué no expresaron -en ambas preguntas- del mismo modo, la preocupación de la gente?
¿Por qué no plasmar simplemente?: “¿Debe aprobarse el proyecto de alumbrado que será pagado en el curso de x años?”, o “¿que será pagado con la concesión del alumbrado por un máximo de 15 años?”.
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