“No tenemos personal”
Sin Retorno

“No tenemos personal” 16 de octubre de 2017

Luis Javier Valero Flores

Chihuahua, Chih.

La información es estremecedora, no hay margen a la duda, impacta más por los hechos que la motivan, pero más por el desilusionante mensaje que envía: Estamos en la plena indefensión.

El viernes, en las primeras horas de la mañana, dos grupos de sicarios tomaron como escenario de su enfrentamiento a la cabecera municipal de Uruachi, en lo más intrincado de la sierra Tarahumara (por tierra, a alrededor de 4 horas de la capital del estado). Largas 8 horas duró la refriega.

A cuenta gotas llegó la información a las oficinas de las fuerzas de seguridad, todas, las estatales y las federales. La respuesta es desconsoladora.

En un comunicado, la Comisión Estatal de Seguridad, en un reporte firmado por el titular, Óscar Alberto Aparicio Avendaño, informó de los enfrentamientos y de haber solicitado “apoyo al Ejército Mexicano, mismos (sic) que indicaron que carecían de personal suficiente para brindarlo”.

En numerosas ocasiones hemos señalado el garrafal error cometido por los gobiernos de la república al incorporar a las fuerzas armadas en el combate al tráfico de drogas, o en el resto de las tareas policiacas; para eso no están entrenados los soldados de ningún ejército en el mundo, pero ante hechos de la magnitud y características como el señalado es hasta una grave omisión a sus responsabilidades, como fuerza encargada de imponer el orden en momentos de grave perturbación al orden público, como lo establece la ley.

La información llegada a diversos medios de comunicación, tanto por las vías oficiales, como por las redes sociales, es impactante. Más de un centenar de hombres perfectamente pertrechados se enfrentaron haciendo gala, no solamente del adiestramiento recibido, sino del armamento usado, que en los audios circulantes revela el uso de armas superiores a las pistolas y ametralladoras más comunes de las usadas por los grupos armados, incluidos los llamados “matapolicías”, se habla de granadas y probablemente hasta bazucas.

Que grupos criminales tomen una población y que las fuerzas armadas y/o de seguridad de toda la entidad estén desarmadas, o inhabilitadas para enfrentarlas echa por tierra todos los discursos de la coordinación entre las fuerzas de seguridad, de todos los niveles, que cotidianamente escuchamos de los gobernantes de los tres niveles.

Y como siempre en este tipo de acontecimientos, una vez pasados, muchas horas después, llegaron 100 elementos de la policía estatal a “blindar” Uruachi.

¿Y cuando se vayan, cuando se regresen a sus puestos?

Todo será igual, pero no, el miedo se habrá asentado ahí y el control de la zona será de los grupos criminales.

Ahora bien, todo lo anterior refleja la escasa inteligencia de los jefes policiacos y militares empleada para combatir a los grupos criminales.

Los enfrentamientos armados masivos llevan ocurriendo varios meses sin que hasta la fecha se haya informado de resultados concretos para desarticular a los grupos criminales, ni la disposición de operativos especiales para hacerlo, ni del uso de más fuerzas, ni de los vehículos necesarios para hacer maniobra militar alguna en aquellas zona.

Igual ocurrió en los primeros enfrentamientos en el año 2008 en Parral. Como en Uruachi ahora, durante horas las balaceras se presentaron en toda la ciudad; ninguna fuerza intervino a pesar de que en Parral y fuera de esta ciudad, a escasos kilómetros, se encuentran destacamentos militares.

Lo mismo ha ocurrido en los enfrentamientos del presente año entre Cuauhtémoc y Rubio, o las alcaldías de Madera y Carichí.

No pasa nada, no hacen nada, sólo esperan que pasen las balaceras.

¡Qué decepcionante!

[email protected]; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

Luis Javier Valero Flores

Director General de Aserto. Columnista de El Diario