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“El libro negro de la nueva izquierda” y sus distorsiones interpretativas

“El libro negro de la nueva izquierda” y sus distorsiones interpretativas 4 de noviembre de 2017

Leonardo Meza Jara

Chihuahua, Chih.

En la presentación de "El libro negro de la nueva izquierda" el día de ayer en el congreso del estado destacan varios hechos que ameritan ser analizados y criticados a profundidad. Estos hechos tienen la forma de torsiones o distorsiones interpretativas que la ultraderecha ha elaborado en torno a la izquierda, la ideología de género y el homosexualismo. Lo que hay que develar son estas torsiones o distorsiones, que lo mismo funcionan en el plano teórico que en el plano ideológico. En este artículo se analiza una sola de estas torsiones, encarnada en la participación y la voz de uno de los presentadores del libro: Jesús Humberto Medrano Carrasco (coordinador de la red de asociaciones Cruzada por la familia y maestro de la Facultad de ciencias políticas de la UACH).

Al iniciar sus comentarios, Medrano Carrasco hizo una cita en extenso de diversos apartados del libro de Márquez y Laje, sin hacer la referencia correspondiente. Medrano Carrasco se apropió textualmente de los contenidos del libro y los tomó como una autoría propia. En la academia a eso se le llama "plagio".

Pero más allá del plagio, lo que se detecta en esta acción es el mecanismo a través del cual los lectores se apropiarán de una serie de ideas que están torcidas en sí mismas. Es decir, en torno a “El libro negro de la nueva izquierda” se hacen presentes dos tipos de torsiones o distorsiones. Las primeras de estas torsiones son las que tienen lugar en las mismas plumas de Márquez y Laje. El contenido de este libro está lleno de interpretaciones sesgadas que lo mismo yerran en el plano de la historia de las ideas, que en los hechos históricos que se van explicando a lo largo del texto. Las segundas de estas torsiones tienen lugar en la interpretación del libro por parte de los lectores, que desconocen a profundidad la historia de las ideas del marxismo, de la teoría de género y el homosexualismo.

En el caso de la participación de Medrano Carrasco, los yerros forman parte de las segundas torsiones. El maestro de la Facultad de ciencias políticas de la UACH es un mal lector del libro. Al iniciar sus comentarios, en los términos de la historia de las ideas, Medrano Carrasco refirió las “tres olas del feminismo” abordadas por los autores. Pero enseguida ubicó los orígenes teóricos del feminismo y el homosexualismo, no en la primera ni en la segunda ola, sino en la tercera:



«Las tres olas del feminismo que plantea Agustín Laje, reflejan claramente la transformación y la radicalización de una postura cada vez más extremista, al grado de promover la ideología “queer”. Dando datos precisos de las promotoras de este movimiento que en apariencia persiguen la igualdad de la mujer frente al hombre, pero que terminan por exigir su exterminio. Todo inició con la publicación de un famoso libro llamado “El género en disputa”… de la autora Judith Buttler. Texto abrazado desde entonces como biblia por todos los movimientos promotores de la ideología de género… Posteriormente, aportaciones de Betty Friedan, de la escritora existencialista Simone de Beauvoir, la norteamericana Kate Miller, la canadiense Shulamith Firestone o la filósofa “queer” Beatriz Paredes, entre otras, continuaron esta obra…»



En la lectura que hace Medrano Carrasco del libro tiene lugar una torsión interpretativa que se identifica en la frase: «Todo inició con la publicación de un famoso libro llamado “El género en disputa”… de la autora Judith Buttler». Si “todo inicia” con la publicación del libro de Buttler, entonces ese “todo” iniciaría el año de 1990.

Después de colocar al libro de Buttler como el origen demoniaco de la nueva izquierda, Medrano Carrasco menciona que “posteriormente” a la publicación de este libro surgieron otros aportes en la historia de las ideas del feminismo. Literalmente el presentador refiere a: Betty Friedan, Simone de Beauvoir, Kate Miller, Shulamith Firestone y Beatriz Preciado (a la que equivocadamente el presentador refirió como “Beatriz Paredes”). En los términos temporales de la historia de las ideas del feminismo, la lectura de Medrano Carrasco está torcida:

- “Todo inicia” con la publicación del libro de Judith Buttler “El género en disputa”, el año de 1990.

“Posteriormente” están las “aportaciones” de:

- Betty Friedan y la publicación del libro "La mística de la feminidad" en 1963.

- Simone de Simone de Beauvoir, quien publica el libro “El segundo sexo” en 1949.

- Sigue luego, Kate Miller, quien publica su libro “Política sexual” en 1979.

- Enseguida, está la publicación del libro “La dialéctica del sexo” de Shulamith Firestone, en 1973.

- Y al final están los aportes de Beatriz Preciado, quien ha elaborado su obra en los años recientes.

Las torsiones en la interpretación de Medrano Hurtado quedan a la vista. El asunto de la nueva izquierda, el género y el homosexualismo que debaten los ultraderechistas inicia en 1990 (con Buttler), desde ahí retrocede hasta 1963 (con Friedan), yendo hacia atrás se coloca en 1949 (con Beauvoir), pasa enseguida al año de 1979 (con Miller), regresa otra vez hasta 1973 (con Firestone) y desde ahí salta hasta el siglo XXI (con Preciado). Medrano Hurtado amontona los nombres de las autoras sin la más mínima idea del orden y la consecución temporal de sus aportes teóricos. Para un académico que da clases en la Facultad de ciencias políticas de la UACH, este error es garrafal, imperdonable.

Una de las preguntas que cruzan el libro de Márquez y Laje son los orígenes del feminismo y de la teoría homosexual, en sus entrecruces con el marxismo. En el libro se afirma la existencia de tres “olas del feminismo”. Según los autores la “primera ola” del feminismo surge entre los siglos XV y XVI y se extiende hasta los siglos XVIII y XIX. La “segunda ola” se enraizaría en el marxismo y daría lugar a un “feminismo marxista”, estamos hablando del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. La “tercera ola” surgiría hacia la década de 1960.

Márquez y Laje hacen una lectura lineal de la historia de las ideas del marxismo, la teoría de género y el homosexualismo. Pero en esta lectura hay una serie de forzamientos en la interpretación de las ideas que se suceden al pasar desde la primera hasta la tercera ola. Hay una pregunta que resulta desconcertante a lo largo del libro: ¿Cuáles son los orígenes de las teorías de género y homosexualista en sus conexiones con el marxismo y el comunismo?

A lo largo del libro de Márquez y Laje se elabora una gran narrativa para convertir a la teoría de género y el homosexualismo en los demonios contra los cuales la ultraderecha latinoamericana debe luchar en el siglo XXI. En esa gran narrativa, la ideología de género y el homosexualismo, deben quedar atados al marxismo y al comunismo. La operación intelectual del libro de Márquez y Laje, consiste en anudar teórica e históricamente al feminismo y el homosexualismo con el marxismo y el comunismo, para construir un fantasma ideológico y político que les permita objetivar la lucha de la ultraderecha en América Latina. Es en la construcción de esta gran narrativa que se cometen diversas torsiones que requieren ser clarificadas.

La lectura torcida de Medrano Hurtado sobre los orígenes y el desarrollo de la historia de las ideas de la teoría de género y el homosexualismo, es sintomática de uno de los rasgos que caracterizan a “El libro negro de la nueva izquierda”. Según la lectura de Medrano Hurtado, la historia de las ideas del marxismo, de la teoría de género y del homosexualismo puede entenderse de manera arbitraria, acomodándose a una interpretación que resulte “ad hoc” para el discurso de la ultraderecha en América Latina. En torno a “El libro negro de la nueva izquierda”, tienen lugar una serie de forzamientos interpretativos que solo se explican a partir de la pasión ideológica con la cual los autores y los lectores reavivan el fuego del conservadurismo en el siglo XXI.

Leonardo Meza Jara

Maestro, analista político.