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 Deuda pública y déficit fiscal en 2024

Deuda pública y déficit fiscal en 2024 16 de octubre de 2023

Serafín Peralta Martínez

Chihuahua, Chih.

El llamado Paquete Económico 2024, no es más que el conjunto de documentos que por mandato constitucional, envía el Ejecutivo Federal (el presidente de la República) a más tardar el 8 de septiembre a la Cámara de Diputaos para su revisión y, en su caso, aprobación.

Uno de los documentos base para los legisladores (Diputados y Senadores) es el denominado Criterios Generales de Política Económica (CGPE), que contiene información sobre el entorno económico nacional e internacional y que, una vez revisado en su contenido, le permitirá al legislador tomar las decisiones correspondientes, principalmente en el análisis y estimación de la recaudación que por impuestos obtendrá la Secretaría de Hacienda y Crédito Público durante el ejercicio fiscal 2024.

Precisamente y derivado del comportamiento de la economía, los impuestos y el resto de las fuentes de ingresos que prevé recaudar el Gobierno federal, es como se plasman en la Ley de Ingresos e impacta en el otro documento que forma parte del Paquete Económico como lo es el Proyecto de Presupuesto de Egresos, que los diputados también revisan lo que el Ejecutivo propone gastar en 2024.

 En la estructura de la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación, las fuentes de recursos, son principalmente los Impuestos ya que representan en promedio el 56% del ingreso total que prevé obtener la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en un ejercicio fiscal de un año. 

Cabe señalar que los impuestos y otras contribuciones a los hidrocarburos (como Derechos) ya no tiene el peso de importancia como en el pasado que, hasta antes de 2013, representaban poco más del 30% o hasta el 40% en su contribución al ingreso total. 

En los últimos años (2018 a 2024), este porcentaje en la contribución a los ingresos por hidrocarburos, se ha reducido al 0.2% de los ingresos totales por impuestos. Esto se debe a que a PEMEX se le ha visto reduciendo la carga fiscal o contributiva, que por décadas y, hasta 213, se le aplicaba en exceso. 

En este sentido, se puede decir que fue a partir de la reforma tributaria o fiscal de 2013 (cuando se amplió el gravamen en IEPS y no hubo nuevos impuestos), que entró en vigor en 2014, los ingresos tributarios o ingresos por impuestos, se incrementaron como proporción del PIB entre 14 y 16%, y antes de dicha reforma no alcanzaba ni el 10%.

Los ingresos por impuestos, nunca han sido suficientes para financiar el desarrollo de nuestro país, por la endeble estructura impositiva que se mantiene desde 1980 cuando oficialmente se conformó y arrancó el sistema tributario mexicano, sin ninguna reforma sustancial hasta la fecha. 

Por tanto, los déficits fiscales siempre han estado ligados al nivel de endeudamiento interno, es decir, al recurso faltante que por ingresos no obtiene la Federación (SHCP) en un presupuesto de ingresos aprobado.

Desde luego, en una Ley de Ingresos también se prevén los ingresos que se contratarán por endeudamiento público externo (en dólares) y que se programan para acciones específicas de gasto.

Sin embargo, lo importante de esta nota es el déficit fiscal y el nivel de endeudamiento interno que lo ocasiona por la falta de ingresos tributarios o fiscales. De modo que en un análisis del comportamiento de la deuda pública interna (endeudamiento en pesos) desde 2018 a 2024 como proporción del PIB, se tiene que el déficit fiscal en 2018 fue del 2.1%, manteniéndose para el año 2019 en 2.2%, para 2022 en 3.8%, en 2023 en un 3.8% y para 2024, ascenderá hasta un 5%, precisamente debido al volumen de endeudamiento interno de poco más de 1 billón 700 mil millones de pesos.

Puede verse que el déficit fiscal se dispara como proporción del PIB, en tanto que crece el nivel de endeudamiento interno y en tanto que las necesidades de gasto público también crecen.

El gobierno de López Obrador, a pesar de que siempre asegura que no se contratará un solo peso de deuda, a lo largo de su sexenio que termina en 2024, el volumen de deuda interna acumulada es del orden de los 5 billones 680 mil millones de pesos, lo que quiere decir que, en promedio cada año (desde 2019 a 2024), se han contratado 946 mil millones de pesos, mismos que diputados y senadores han aprobado en cada ejercicio fiscal.

El Secretario de Hacienda y Crédito Público, en su comparecencia en la Cámara d Diputados justificó que los recursos contratados han servido para financiar el gasto en programas públicos (como los del Bienestar, de casi 600 mil millones en el PEF de 2024), así como el desarrollo del país en inversiones que se reflejan en los proyectos del Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el Tren Interurbano México-Toluca, el Aeropuerto Internacional de Tulum, ​oficialmente Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto y la obra magna del sexenio de López Obrador, como lo es el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec que contará con diez Zonas Francas (diez parques industriales) con incentivos fiscales para las empresas transnacionales y nacionales.

El déficit fiscal es, pues, un mecanismo recurrente que ha estado presente en todos los sexenios en gobiernos presidenciales en nuestro país. 

El verdadero problema es que ningún gobierno ha querido cargar con el costo político electoral al proponer una reforma fiscal, porque seguro perderían votos.

Gráfica de indicadores macroeconómicos: Serafín Peralta

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*Foto de portada: Excélsior.