Chihuahua, Chih.
A nombre del Comité Nacional del PRI, su Secretaria General, Claudia Ruiz Massieu, en Juárez, anunció que su partido iniciará, ahora, el levantamiento de un censo de vehículos irregularmente internados en el país, los coloquialmente denominados “chuecos”, para ser incluidos en el programa de regularización que su candidato, José Antonio Meade, al llegar a la presidencia de la república, dará inicio.
De este modo, como hace 31 años, cuando la CNC, la entonces poderosa central campesina del PRI, daba a conocer un programa semejante en el marco de las elecciones del siguiente año, en el afán de ganar para su causa la simpatía de los campesinos mexicanos y evitar que sufragaran por Cuauhtémoc Cárdenas, el candidato opositor más fuerte en ese sector.
Por usted votarán 25 millones de campesinos de todo México, le prometió el dirigente Augusto Gómez Villanueva.
Salinas de Gortari sería derrotado en las elecciones de 1988, especialmente en la población rural. Sería ungido mediante la instrumentación de un colosal fraude electoral. De nada les valió tratar de “comprar” el voto “verde” mediante la legalización de los “chuecos”.
Así ahora, en una copia del programa aplicado por el gobierno de César Duarte en el sexenio anterior, en el que se exigía a los propietarios de “chuecos” inscribirse en un padrón levantado por la CNC -la organización priista- y la UCD -entonces dirigida por Pavel Aguilar, hoy dirigente estatal del PRD- y sólo mediante la presentación del alta en ese padrón, entonces la autoridad hacendaria gubernamental procedía al registro vehicular y la consecuente legalización.
Tercero en prácticamente todas las encuestas, y último en todas las preferencias ciudadanas, más allá de las encuestas, Meade pretende llevar al cabo una maniobra que linda en la ilegalidad pues está tratando de influir en el ánimo electoral mediante el otorgamiento de una prebenda, y hasta futura, pues de no triunfar tal proceso no tendrá legalidad alguna.
Y a lo mejor, tampoco, si llegara al poder.
“El compromiso de José Antonio Meade, como presidente de México, es resolver una problemática que lleva décadas de incertidumbre”, afirmó Ruiz Massieu en el curso de una reunión en el antiguo Paso del Norte, sin caer en cuenta que quien promete tal cosa estuvo al frente de la dependencia que permanentemente se opuso a tal medida, incluso cuando fue fuertemente impulsada por los gobernadores priistas.
“No se puede”, decían los impertérritos funcionarios de Hacienda federal, “rompe el pacto fiscal federal”, afirmaban con un dejo de soberbia. Hoy, casi todos ellos, o por lo menos los más cercanos al candidato Meade, buscan afanosamente como obtener votos para su antiguo jefe.
La ilegalidad del registro -por lo menos electoralmente- se sustenta en que será gratuito y “será operado a través de los comités estatales y municipales del Partido en la frontera Norte con apoyo de los candidatos a puestos de elección popular”. Los vehículos portarán un tarjetón que rezará: “Este vehículo será regularizado por José Antonio Meade ”.
Además, y como estamos en campaña electoral, ahora sí los vehículos causarán “un arancel homologado y accesible para los poseedores de vehículos irregulares”.
¿Qué más necesitan, señores?
-Pidan, estamos de buenas, ahora sí los vamos a legalizar, nomás voten por mí, sostiene el “honrado” Meade.