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8 de marzo, sombrío, igual que siempre
Sin Retorno

8 de marzo, sombrío, igual que siempre 6 de marzo de 2022

Luis Javier Valero Flores

Chihuahua, Chih.

"Al marchar traemos de vuelta a las que ya no están”: Araceli Osorio, madre de Lesvy Berlín, asesinada el 3 de mayo de 2017 en las instalaciones de la UNAM.

El martes se conmemorará nuevamente el Día Internacional de la Mujer. 

Las de Chihuahua, al igual que el resto de sus compatriotas, no llegan en las mejores condiciones; no solo en virtud de la realidad de   una sociedad groseramente discriminadora de las mujeres, sino, también, por la pandemia, que vino a agravar las de sí por lamentables desigualdades sociales en que viven, y porque agravó la violencia ejercida en contra de ellas y de las familias.

Sin embargo, las chihuahuenses tienen frente a sí lo que debería ser considerada como una extraordinaria oportunidad pues una mujer se convirtió en la primera en ocupar la silla principal de Palacio de Gobierno.

Ese hecho es, sí, una esperanzadora oportunidad, pero es, al mismo tiempo, un inconmensurable reto para Maru Campos y el nuevo grupo gobernante de Chihuahua.

No es un reto cualquiera, deberán echar mano de sus mejores herramientas políticas que les permitan superar los enfoques tradicionales del PAN hacia las mujeres, y no se trata solamente de los temas más polémicos relacionados con ellas, como el del aborto, sino el del conjunto de políticas que se deberán desplegar para, por lo menos, paliar los graves rezagos existentes, de todo tipo, que mantienen y elevan los índices discriminatorios hacia ellas.

Frente a las ambiciosas líneas de acción enunciadas en el Plan Estatal de Desarrollo del gobierno de Maru Campos, se alzan inconmovibles, tercas, salvajes y escalofriantes las realidades en las que viven infinidad de mujeres; las que adquieren rango de tragedias al ver las frías cifras en las que Chihuahua se ubica en los primeros lugares, de feminicidios, violencia de género, violencia intrafamiliar y discriminación hacia ellas.

Tal realidad no escapa a los nuevos gobernantes, si se hacen cargo de lo que presentaron en el Plan Estatal de Desarrollo (PED) en el curso de la semana.

Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016, en el estado de Chihuahua el 68.8 % de las mujeres ha sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida, lo cual representa 7 de cada 10. (PEDCh, 2022-2026).

Además, asentaron que “ocupamos el lugar 11 de las entidades con mayor incidencia de violencia contra las mujeres. Es importante destacar que estos tipos de violencias hacia las mujeres se pueden presentar en cualquiera de sus modalidades como son: familiar, feminicida, comunitaria, laboral, docente e institucional; cabe señalar que, en el ámbito familiar, los agresores tienen una relación de cercanía y familiaridad con las víctimas… por lo cual resulta alarmante que el hogar sea el lugar más peligroso para las mujeres”. (Ibídem).

“El 12.80% de las víctimas de homicidio doloso en el estado de Chihuahua son mujeres…”. 

De acuerdo con datos de la ENDIREH 2016 (Encuesta Nacional de la Dinámica de los Hogares) “27 de cada 100 mujeres chihuahuenses han experimentado algún acto violento principalmente de tipo sexual y de discriminación por razones de género o por embarazo; el 10.3 % de las mujeres señalan que en los últimos 12 meses tuvieron menos oportunidades que un hombre para ascender en su trabajo y un 9.2% menor salario que un hombre que hace el mismo trabajo o tiene el mismo puesto”. 

Chihuahua el estado con el más alto índice de llamados de emergencia por violencia familiar o de género y denuncias en estos delitos. (Mariela Castro, El Diario, 5/III/22).

Además, es el 5o en feminicidios.

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También en el delito de trata de personas Chihuahua se colocó entre los seis estados con el mayor número de casos.

En mayo del 2020, Chihuahua ocupaba el segundo lugar nacional en acoso sexual, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. (Nota de la redacción, El Diario, 2/V/20).

Tales cifras guardan una siniestra correlación con otra. Según un reporte periodístico, en el presente año, “Han matado a una mujer cada 45 horas en Ciudad Juárez y el Valle de Juárez, según datos de la Fiscalía General del Estado (FGE) y seguimientos periodísticos”. (Nota de Hérika Martínez Prado, El Diario de Juárez, 17/I/22).

Esa cifra es el resultante de que 9 mujeres fueron asesinadas en los primeros 17 días de enero del presente año.

El incremento en el número de feminicidios se observaba desde mediados del año pasado, en el que aumentaron 30% los feminicidios en el estado, durante el primer semestre del año. (Nota de Miguel Silva, El Diario, 22/VII/21).

De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la cifra pasó de 17 a 22 mujeres asesinadas por razón de género.

Por otra parte, y es un hallazgo por demás deplorable: De acuerdo con la  Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), a pesar de que la alerta de género se decretó en 22 entidades, entre ellos Chihuahua, la violencia doméstica y contra las mujeres no disminuyó. 

Peor, el año 2021 cerró como “el peor para el sector; reporta récords en feminicidios, extorsión y trata…”. (Nota de Manuel Espino y Diana Lastiri, El Universal, 5/III/22).

De ese modo, “los delitos de alto impacto que afectan a las mujeres, como feminicidio, homicidio, trata de personas, violación, extorsión y violencia familiar, mantienen una tendencia al alza y en muchos casos registran niveles históricos”. (Ibídem).

La discriminación es en todos los ámbitos y al igual que en los índices de violencia contra la mujer, la pandemia vino a agudizar la discriminación laboral hacia las mujeres pues 1.3 millones de mujeres fueron despedidas, así como 26 mil 300 empresarias y emprendedoras. (Artículo de Ana Karen García, El Economista, 23/V/21).

Son terribles las cifras. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, al corte del primer trimestre del 2021, como consecuencia de la pandemia, se expulsó a 1.8 millones de trabajadores del mercado laboral, de los cuales 1.3 millones son mujeres y apenas 266,547 son hombres, lo que representa que 8 de cada 10 personas expulsadas de su trabajo son mujeres. (Ibídem).

Además, “2.1 millones de mexicanos se encuentran en situación de desocupación y cerca del 70% son mujeres. Lo que implica que cerca de 1.5 millones de mujeres estaban trabajando antes de la pandemia y al corte del primer trimestre del 2021 dejaron de hacerlo, mientras que para los hombres esta cifra es sólo de 604 mil”. (Ibídem).

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En el largo apartado del PED que aborda este problema, existen una larga lista de acciones que debieran llevar, si se aplicaran, a mejorar los niveles de vida de las mujeres chihuahuenses y que a partir del martes serán confrontadas con la realidad, tanto la del gobierno de Chihuahua, como el presentado por las influyentes organizaciones y el movimiento feminista existente en nuestra sociedad, que al paso del gobierno de Javier Corral sufrió una más que saludable renovación y con el cual, sin duda, Maru Campos está obligada a discutir, negociar, reflexionar, debatir y nutrir su gobierno de las necesarias políticas públicas que deberá aplicar su gobierno, tal y como lo enuncia en el PED: 

Llevar a cabo el fortalecimiento de “los mecanismos de colaboración e intercambio de información en coordinación institucional con municipios, con autoridades estatales, autoridades federales y organizaciones de la sociedad civil para brindar una mejor atención y apoyo a las víctimas del delito por razones de género y contra la familia”, que permitan, entre otros, mejorar “las capacidades institucionales para la búsqueda inmediata de personas con reporte de ausencia y/o desaparición”.

Las “líneas de Acción para prevenir, atender y erradicar tipos y modalidades de violencia contra mujeres, adolescentes y niñas”; el fortalecimiento de los “Centros de Atención a la Violencia para las Mujeres y/o Unidades Locales de Atención”, así como la operación de los “Refugios de hijas e hijos en situación de violencia extrema que existen en el estado”.

Entre otras acciones, en las que destacan “Transversalizar la perspectiva de género al interior de las dependencias gubernamentales, así como el “Brindar servicios de atención psicosocial comunitarios para la prevención de la violencia de género, abuso sexual a niñas, niños y adolescentes y embarazo en niñas y adolescentes”.

“Asegurar la atención integral y especializada de la mujer y niñas por delitos cometidos de género y contra la familia… Mejorar la atención, calidad y cobertura en el servicio en materia de investigación y persecución del delito por razones de género”.

Muy ambiciosas tareas.

¿Las realizarán?

¿Podrán pasar de la presentación del Plan de Desarrollo, a la concreción de políticas públicas y no acontezca lo que siempre ocurre, se presenta el plan y luego lo olvidamos todos, gobierno y gobernados?

[email protected]; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

Fuente de citas hemerográficas recientes: Información Procesada (INPRO)

Luis Javier Valero Flores

Director General de Aserto. Columnista de El Diario